212 años de conocimiento: El Museo Argentino de Ciencias Naturales festeja con nueva sala

“El agua” será la nueva exhibición y apunta a concientizar sobre el valor de este recurso en la vida humana y planetaria. Se podrá conocer a partir de este sábado.

El Museo contiene 16 salas de exhibición, laboratorios y espacios de investigación dedicados a la ecología, geología, paleontología, botánica y zoología. Créditos: MACN.
El Museo contiene 16 salas de exhibición, laboratorios y espacios de investigación dedicados a la ecología, geología, paleontología, botánica y zoología. Créditos: MACN.

El histórico Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia festeja su 212° aniversario e inaugura “El agua”, una nueva sala de exhibición, que se podrá conocer a partir de este sábado. El objetivo es relevar la importancia que tiene el recurso hídrico en la vida humana y en los ecosistemas: más del 71 por ciento de la superficie del planeta está cubierta por aguas saladas y menos del 2 por ciento por agua dulce. A su vez, se trata de un recurso fundamental para la vida al punto de que la ONU proclamó en 2010 el acceso al agua potable como un derecho humano.

El Museo fue fundado en 1812, impulsado por Bernardino Rivadavia -a quien su nombre rinde homenaje- y se alojó en diversos espacios (como celdas altas del Convento de Santo Domingo, en la Manzana de las Luces y algunos edificios de la plazoleta Monserrat) hasta 1925, año en el que se instaló en el edificio que actualmente ocupa, el cual terminó de construirse en 1937.

Luis Cappozzo, director del Museo, relata a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “El corazón de este lugar son sus profesionales, sus colecciones científicas de referencia y su patrimonio histórico y arquitectónico, lo que exhibimos es apenas la punta de un iceberg.  En consecuencia, modernizar la oferta de las salas, incorporar actividades culturales y artísticas vinculándolas con la ciencia y hacer de nuestra institución un Museo ‘vivo’ permite que el visitante quiera regresar una y otra vez a aprender”. 

Y agrega: “A la vez, permite desarrollar pensamiento crítico, conocer la relevancia de cuidar el planeta y en particular nuestros recursos naturales y desarrollar la conciencia ciudadana para tener un compromiso democrático con el futuro de las generaciones que habitan y habitarán nuestro suelo”.

Si bien originalmente el Museo estaba enfocado en la generación de un inventario de la fauna y la flora de un país naciente, progresivamente comenzó a enfatizar la divulgación científica para llegar a la ciudadanía. Así, hoy en día cuenta con 16 salas de exhibición –que siguen los ejes de Biodiversidad y evolución, Tierra, Aire y Agua– y contiene laboratorios y espacios de investigación dedicados a la ecología, geología, paleontología, botánica y zoología.

En 1812 el Primer Triunvirato, gracias a Bernardino Rivadavia, invitó a las provincias a reunir materiales para establecer un Museo de Historia Natural. Créditos: ResearchGate.
En 1812 el Primer Triunvirato, gracias a Bernardino Rivadavia, invitó a las provincias a reunir materiales para establecer un Museo de Historia Natural. Créditos: ResearchGate.

Con tanta trayectoria, el Museo vivió y sobrevivió a todos los gobiernos. Sus 212 años de historia se conmemoran en un contexto de desfinanciamiento y ataque constante del gobierno nacional a la ciencia y la tecnología. En ese sentido, según cuenta Cappozzo, el establecimiento cuenta con fondos propios que se generan con las entradas y con los servicios técnicos especializados, “como microscopios electrónicos de barrido, publicaciones, servicio técnicos de alto nivel, asesorías técnicas, etc. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad administrarlos de una manera eficiente”, pronuncia.

¿Alguien puede pensar en el agua?

Con el festejo de otro aniversario, llega la inauguración de una nueva sala de exhibición: “El agua”, que da cuenta de la importancia de este recurso para la vida humana en el planeta y para el equilibrio de los ecosistemas. Así como ocupa gran parte de la superficie de la Tierra entre, por ejemplo, mares y océanos,ríos, lagos humedales y glaciares, también representa una proporción importante del cuerpo humano: entre el 65 y el 70 por ciento del organismo es agua.

“La nueva sala propone evidenciar lo indispensable del cuidado de este recurso en todas sus formas y pone a disposición del visitante diversos contenidos que permitan conocer en profundidad este elemento vital, sin importar la edad o conocimientos previos. De esta manera, buscamos cumplir con el objetivo del Museo: ciencia accesible y de calidad para todas las personas”, asevera Cappozzo a la Agencia.

La nueva exposición llega en un momento crítico del planeta. Entre el cambio climático, la contaminación por parte de empresas, el crecimiento urbano y la poca gestión de los distintos Estados para que el recurso hídrico sea accesible para todas las poblaciones, distintas partes del mundo viven crisis de agua en cierto momento del año. Tal es el caso, por ejemplo, de Ciudad de México que actualmente experimenta sequías, altas temperaturas y una demanda que supera la cantidad de agua disponible.

Los alimentos recolectados serán llevados al comedor Los Peques, del barrio Zabaleta.
Los alimentos recolectados serán llevados al comedor Los Peques, del barrio Zabaleta.

En la presentación de la sala estarán presentes Cappozzo, la vicedirectora Laura De Cabo, el personal del Museo y autoridades del Conicet. Asimismo, el sábado 29 de junio el Museo dará lugar a la jornada “Ciencia solidaria”, en conjunto con La Garganta Poderosa, en la cual la entrada al establecimiento serán dos alimentos no perecederos por adulto y las infancias ingresan gratis. Lo recolectado será llevado al comedor Los Peques, ubicado en el barrio de Zabaleta.


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Luciana Mazzini Puga

Licenciada en Comunicación Social (UNQ).