Una muestra de retratos de las víctimas de Cromañón llega a las universidades públicas del conurbano

El artista plástico Gustavo Ruiz dibujó los rostros de los 194 jóvenes fallecidos y la exposición estará en la UNQ.

Hugo Zamudio, Carolina Ragonese y Comán y Mario Ramón Torres. Créditos: Gustavo Ruiz.
Hugo Zamudio, Carolina Ragonese y Comán y Mario Ramón Torres, víctimas de Cromañón. Créditos: Gustavo Ruiz.

A meses de que se cumplan veinte años de la masacre de Cromañón, el artista visual Gustavo Ruiz lanza una muestra de retratos de las víctimas del incendio dibujados por él mismo. Con la bandera de mantener viva la memoria, su objetivo es llegar al público que no conoce lo que sucedió la noche del 30 de diciembre de 2004 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que, con un saldo de 194 muertes, constituyó una de las mayores tragedias de la historia del rock nacional. La exhibición comenzará el próximo 1º de agosto en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNSG) y recorrerá distintas universidades públicas del conurbano bonaerense hasta noviembre. En la UNQ estará durante todo el mes de octubre.

Quiero construir memoria con lo que sé hacer: dibujar. Al igual que mucha gente, yo no sabía qué había pasado en Cromañón ni que cada año se hace un recital en homenaje a las víctimas en el Obelisco. Cuando me enteré de esto en diciembre del año pasado, comencé este proyecto que quiero que llegue a los pibes más jóvenes o a aquellos que desconocen la historia”, cuenta el artista plástico Gustavo Ruiz a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

El 30 de diciembre de 2004 la banda de rock Callejeros se presentó en República de Cromañón, un establecimiento ubicado en el barrio de Once. A pocos segundos de que comenzaran a tocar su primera canción, desde el público se encendió una bengala que dio contra una media sombra en el techo y provocó un incendio. Sin embargo, el fuego no fue el único culpable: la capacidad del lugar estaba sobrepasada y las salidas de emergencia cerradas con candado, no había matafuegos ni agua. El resultado fueron 194 pibes y pibas muertos, más de tres mil sobrevivientes y la exposición y condena de un Estado negligente. 

Créditos: El Destape.
Créditos: El Destape.

Para aportar su granito de arena al fomento de la memoria, Ruiz realizó 194 dibujos en tinta de 21x 30 basándose en la bandera que portan los familiares y sobrevivientes y que llevan los rostros de cada uno de los y las fallecidas. “Charlé mucho con asociaciones, como ‘No nos cuenten Cromañón’ o ‘Coordinadora Cromañón’ y conocí muchas historias de vida truncadas. No solo de los fallecidos, sino de aquellos que pudieron salir y sobrevivieron o de alguna persona que ese día no podía ir y le dio la entrada a su amigo que nunca más volvió”, recuerda Ruiz. 

Y agrega: “A Cromañón nunca fui, pero sí a Cemento que era del mismo dueño y la movida era esa: ibas a escuchar bandas a lugares cerrados y que muchas veces la salida de emergencia era la entrada, no conocíamos el concepto de ‘capacidad’ de un lugar. Por eso es que Cromañón es un antes y un después en la política y en la cultura argentina”.

También detalla que, cómo era reciente la llegada de las cámaras digitales al país, las imágenes que hay de las víctimas van desde fotos carnet y fotos en las que se cortaron a otras personas, hasta aquellas de chicas posando para sus quince años. “Respeté la literalidad de los rostros para que no se confundan y todos sepan que este retrato es de tal persona y no de otra, pero jugué con la interpretación artística cuando dibujé el pelo o el contorno de la ropa”, relata ante la Agencia. Asimismo, hay siete víctimas cuyas fotos nunca fueron aportadas por los familiares por lo que Ruiz decidió dibujar fotos de recitales de rock para conmemorarlos.

Sergio Avendaño y Romina Mangiarotti, víctimas de Cromañón. Créditos: Gustavo Ruiz.
Sergio Avendaño y Romina Mangiarotti, víctimas de Cromañón. Créditos: Gustavo Ruiz.

Además de la muestra, habrá un libro con los retratos para que las personas puedan llevar el arte y la memoria a sus hogares. En este sentido, comenta que recibió mucho apoyo de los familiares y amigos de las víctimas y de los sobrevivientes: “No esperaba tanta gratitud y realmente es lo máximo a lo que puedo aspirar. Me moviliza muchísimo”.

El recorrido de las obras comienza por la UNSG y continúa por la Universidad Nacional Arturo Jauretche, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad Nacional de Avellaneda. Luego pasará por escuelas secundarias y los familiares de las víctimas y sobrevivientes definirán dónde quedará el montaje.


Últimas noticias de la sección Sociedad:



¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!

Luciana Mazzini Puga

Licenciada en Comunicación Social (UNQ).