Científicos descubren en qué consistía la dieta de los dinosaurios
Para saber que era lo que los animales prehistóricos se llevaban a la boca, los científicos utilizaron cientos de fósiles con evidencia directa de alimentación hallados en la Cuenca Polaca, en Europa central. Así, advirtieron de qué manera los bromalitos –es decir, los productos digestivos fósiles– aumentaron en tamaño y diversidad a lo largo del intervalo de tiempo analizado. Entre estos bromalitos hallaron coprolitos (materia fecal) y regurgitolitos (productos expulsados del estómago). El incremento en el tamaño de los alimentos indica, según los especialistas, la aparición de dinosaurios más grandes con nuevos patrones de alimentación.
Los bromalitos del Triásico tardío contienen una amplia gama de restos de alimentos: fragmentos de huesos, dientes de anfibios, restos de peces, plantas, y artrópodos muy bien preservados, incluidos numerosos escarabajos. Eso habría estado en el plato de los primeros dinosaurios, los más pequeños. Los registros alimentarios muestran también que los precursores de los dinosaurios convivieron junto con los grandes dinosaurios hasta mediados y fines del Noriense, unos 208 millones de años atrás.
La información de la alimentación no puede ser analizada de forma independiente, sino que tiene que estudiarse integrada a los datos climáticos, ya que esto da cuenta de las plantas que había disponibles. Alimentación y ambiente en conjunto dieron lugar a la diversidad de los dinosaurios, así como también a una mayor ocupación de los espacios.
La clave en el ambiente
Los grandes dinosaurios aparecieron hacia el final del Jurásico temprano, cuando la mayoría de los anfibios y reptiles se extinguieron. Para explicar este fenómeno, los científicos proponen dos modelos: el reemplazo competitivo y el oportunista. En el primero, los dinosaurios superaron a sus rivales gracias a nuevas adaptaciones que los hicieron fisiológicamente más eficientes y podían incorporar nuevos hábitos alimentarios. En el oportunista, habrían ganado la pulseada por el lugar a otras especies: los mas grandes y poderosos le ganan a los mas pequeños y débiles.
Sin embargo, ninguna hipótesis parece capaz de explicar por completo el surgimiento de los dinosaurios y las preguntas críticas sobre cómo establecieron su dinastía en la tierra.
Para intentar llevar más certezas sobre estos modelos, los científicos analizaron mediante microtomografías a más de quinientos bromalitos. También estudiaron fósiles con evidencia directa de alimentación, por ejemplo, huesos con signos de depredación. Con esto fueron capaces de construir cadenas de alimentación y analizar la evolución de estas especies. Además, los especialistas recopilaron una serie de datos paleoambientales para investigar el momento de los cambios climáticos en relación con los recambios de flora y fauna.
Al integrar la información de la alimentación con datos climáticos y de plantas, los científicos señalan un aumento gradual de la diversidad de dinosaurios y la ocupación de más espacios. Esto trajo como consecuencia un reemplazo de especies por precursores de dinosaurios capaces de comer lo que haya disponible.
Más adelante aparecieron animales que también incluyeron en su dieta peces e insectos. En el Triásico tardío, 200 millones de años atrás, el cambio climático provocó vegetación más diversa y abundante y esto dio lugar a la aparición de los grandes dinosaurios herbívoros. Como respuesta a esto, también evolucionaron y colonizaron más espacio los grandes dinosaurios carnívoros.
Aunque se extinguieron hace millones de años, los dinosaurios continúan despertando fascinación. Por suerte, existen los fósiles: pistas valiosas de un pasado excitante.