¿Cuál es la situación de la ciencia y la tecnología a un mes de la asunción de Trump?

A las salidas de la OMS y el Acuerdo de París se suman despidos masivos, recortes presupuestarios y censura a publicaciones científicas.

Donald Trump comenzó su segundo mandato con despidos y recortes. Créditos: Sarah Meyssonnier / Reuters.
Donald Trump comenzó su segundo mandato con despidos y recortes. Créditos: Sarah Meyssonnier / Reuters.

A un mes del inicio de su segundo mandato, la presidencia de Donald Trump se destaca por el embate a la ciencia, la tecnología, la salud y el ambiente. Aunque las medidas más conocidas pasan por la salida de la Organización Mundial de la Salud y el Acuerdo de París (un tratado internacional sobre el cambio climático), las primeras semanas de gobierno se caracterizan por despidos, recortes presupuestarios, eliminación de información, censura a publicaciones científicas sobre temas vinculados al género, y suspensión de proyectos en curso. En este sentido, algunos de los organismos más afectados son la Administración de Alimentos y Medicamentos, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Uno de los impulsores de estas medidas es Elon Musk, director del Departamento de Eficiencia Gubernamental, cuyas empresas se ven beneficiadas por sus decisiones.

A modo de ejemplo, varias bases de datos y páginas de los CDC que contenían orientación sobre vacunas, virus y enfermedades de transmisión sexual fueron sacadas de internet “para ser revisadas“. En este aspecto, a todos los investigadores se les indicó eliminar las referencias o menciones a los términos género, transgénero, persona embarazada, personas embarazadas, LGBT, transexual, no binario, no binario, asignado masculino al nacer, asignado femenino al nacer, biológicamente masculino, y biológicamente femenino.

A su vez, en medio de la crisis de gripe aviar que enfrenta Estados Unidos, al menos mil trabajadores de los CDC (y otros tantos de la Administración de Alimentos y Medicamentos, algo así como la Anmat estadounidense) fueron despedidos, entre los que se encuentran especialistas conocidos como “detectives de enfermedades”, que realizaban sus labores en el Servicio de Inteligencia Epidemiológica.

Además de la batalla cultural contra el “wokismo” que libra la administración trumpista con funcionarios antivacunas, negacionistas del cambio climático y en contra de la diversidad sexual, el primer mes de gestión está marcado por los recortes presupuestarios a todas las líneas de investigación.

En EE.UU., el gobierno federal financia casi la mitad de la investigación básica que se realiza en el país, tanto en las universidades como en los NIH y los CDC. En este sentido, a los investigadores se les informó que no pueden contratar nuevos ayudantes, revisar artículos científicos ni escribir comentarios en revistas médicas.

Aunque desde el gobierno aseguran que los ajustes tienen el fin de ayudar a que Estados Unidos tenga la mejor investigación del mundo, los especialistas advirtieron que la reducción del financiamiento de las becas podría afectar los estudios que ya se realizan, además de poner en peligro la jerarquía estadounidense como líder en el rubro.

Uno de los responsables de los recortes y los despidos es Elon Musk, designado como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental por el propio presidente. De hecho, ambos aprobaron un decreto que permitirá nuevos despidos de forma masiva en todas las áreas de la administración pública.

En este contexto, algo que llamó la atención es que al menos 20 trabajadores despedidos de la Administración de Alimentos y Medicamentos se dedicaban a analizar y revisar los ensayos en personas con implantes cerebrales realizados por Neuralink, la empresa de Musk. Es decir, el magnate –que aportó 280 millones de dólares para la campaña de Trump– despidió a los trabajadores encargados de regular sus propios desarrollos.


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