Investigadores denuncian que el gobierno retiene más de 50 millones de dólares para la ciencia y la tecnología

Científicos realizaron el reclamo ante el Banco Interamericano de Desarrollo, organismo que aportó los fondos de financiamiento.

La denuncia fue realizada por la la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología. Créditos: Natacha Pisarenko / AP.
La denuncia fue realizada por la la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología. Créditos: Natacha Pisarenko / AP.

Científicos agrupados en la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) denunciaron ante el Banco Interamericano de Desarrollo que el gobierno nacional tiene retenidos más de 50 millones de dólares destinados a proyectos que forman parte de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i). El documento cuenta con la firma de más de 2000 investigadores, personal de apoyo y becarios afectados por la medida. Esta situación forma parte de la parálisis que afronta el organismo desde 2024, que está marcado entre otras cosas por la renuncia de su presidenta, las convocatorias prorrogadas y los sueldos congelados.

Lo que hicimos fue una denuncia muy general poniendo en conocimiento del BID el enorme atraso en ejecución de fondos y de proyectos de parte de la agencia durante todo 2024. Muy globalmente se cuentan algunos aspectos que tienen que ver con el mal funcionamiento de la Agencia, que derivó en esta falta de ejecución de proyectos. Hubo muy escaso flujo de fondos para financiación de proyectos en 2024”, cuenta Martín Rumbo, investigador del Conicet y miembro de Raicyt, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

La retención de fondos denunciada por la Raicyt, que ya fueron asignados y transferidos por el BID, se suma a la paralización que tuvo la propia Agencia durante el primer año de gobierno. En este sentido, en gran parte de 2024 el organismo estuvo sin presidente o no logró formar su directorio. Por lo tanto, las demoras en los procedimientos administrativos asociados al funcionamiento del organismo podrían explicar los motivos del problema.

Para tomar dimensión, durante 2021 y 2022 la Agencia otorgó alrededor de 2 mil proyectos por año. Sin embargo, todavía no hay información oficial de cuántos se adjudicaron en 2023 y todo parece indicar que en 2024 el número de trabajos bajó a cero. “Que los proyectos estén paralizados implica que, si bien hay un cuerpo de científicos presente en el país, no tienen los insumos para poder ejecutar sus tareas de investigación”, explica el científico.

Aunque no es su obligación porque la denuncia fue realizada ante el BID, ninguna autoridad del Ejecutivo respondió ante el reclamo por el momento. De hecho, la noticia de los fondos provocó la renuncia de Alicia Caballero como presidenta de la Agencia a fines de septiembre de 2024.

¿Cuál es el rumbo?

La Agencia I+D+i es uno de los organismos encargados de promover la ciencia y la tecnología en Argentina a través del financiamiento de proyectos de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación. Sin embargo, a partir de la llegada del nuevo gobierno, su tarea consistió en prorrogar convocatorias y no ofrecer soluciones a los reclamos de sus investigadores. En este aspecto, Rumbo resalta que no hubo convocatorias nuevas ni herramientas de financiación, solo anuncios generales sin nada en concreto.

“Necesitamos que lleguen fondos para que nuestra gente pueda trabajar en los proyectos que ya fueron evaluados por un sistema bastante complejo y exhaustivo. Nos da la sensación que se está recalculando hacia dónde se pretende llevar el sistema científico, pero en el camino estamos perdiendo a nuestra gente por falta de estímulo, depresión salarial o desfinanciamiento de los proyectos de investigación”, reflexiona con preocupación.

En esta línea, el director del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (Conicet-UNLP) advierte que los jóvenes investigadores comienzan a alejarse del sistema científico para dedicarse a otras actividades. “Eso es un capital humano que estamos perdiendo, que no se ve tal vez en forma inmediata, pero que va a costar años recuperar. Se trata de un problema estructural que puede tener una consecuencia muy negativa a mediano plazo”.


¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!
Scroll al inicio