Por primera vez en la historia captan imágenes de un agujero negro en la Vía Láctea

Se trata de un hallazgo sin precedentes. Qué implica este descubrimiento para la astronomía y cómo se vincula con la teoría de la relatividad de Einstein.

Imagen del "agujero negro" del centro de la Vía Láctea. Créditos: Prensa NASA
Imagen del “agujero negro” del centro de la Vía Láctea. Créditos: Prensa NASA

Un equipo internacional de astrónomos y astrónomas reveló la primera imagen del agujero negro supermasivo Sagitario A, situado en el centro de la Vía Láctea. La fotografía fue realizada por un equipo de investigación mundial llamado Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT, por sus siglas en inglés) a partir de observaciones de una red global de radiotelescopios. Si bien ya se habían visto estrellas orbitando alrededor de algo invisible y compacto en el centro de la Vía Láctea, estas órbitas permiten afirmar que Sagitario A era un agujero negro. La imagen que se divulgó el 12 de mayo proporciona la primera evidencia visual directa al respecto.

Un agujero negro es un lugar del espacio que absorbe todo a raíz de la fuerza de su gravedad y nada puede salir, ni siquiera la luz, que es lo que más rápido viaja en el universo. Aunque el agujero en sí no se puede ver porque está completamente oscuro, el gas brillante que lo rodea tiene una región central llamada “sombra”, rodeada por una estructura radiante en forma de anillo. La nueva imagen capta la luz curvada por la fuerza gravitatoria, cuya masa es cuatro millones de veces más grande que la del sol.

Los resultados detallados del descubrimiento del equipo Telescopio del Horizonte de Eventos están disponibles en seis artículos que fueron publicados en Astrophysical Journal Letters, una de las revistas más importantes sobre astronomía. Del conjunto de 300 astrónomos que participaron a nivel mundial, investigadores chilenos representaron a América Latina. La red de observatorios EHT incluye una instalación astronómica internacional y un telescopio de 12 metros de diámetro en uno de los puntos de observación más altos de la Tierra, a 5100 metros, en el desierto de Atacama.

Implicancias

La imagen descubierta se agrega a la publicada en abril de 2019 sobre un agujero negro supermasivo que era ocho veces más grande al Sistema Solar pero que, a diferencia de Sagitario A, estaba fuera de la Vía Láctea. Se encontraba en el centro de otra galaxia, Messier 87. Aunque Sagitario A tiene una masa mil veces más chica que el agujero negro descubierto en 2019, ambos tienen un funcionamiento muy parecido en sus bordes. “El gas en las cercanías de los agujeros negros se mueve a la misma velocidad: casi tan rápido como la luz”, afirmó el astrónomo estadounidense Chi-kwan.

En diálogo con La Tercera, Ezequiel Treister, astrónomo de la Universidad Católica de Chile, afirmó que tener estas dos imágenes de agujeros negros supermasivos distintos, “nos permite entender de mejor manera cómo es la estructura en regiones más cercanas al agujero negro”.

Comparación de los tamaños de dos agujeros negros: M87 y Sagitario A. Créditos: La Tercera

Juan Carlos Beamin, astrónomo de la Universidad Autónoma de Chile, consideró que “lo que pasa dentro de un agujero negro es totalmente desconocido. No tenemos ninguna teoría capaz de describir qué es lo que sucede ahí dentro, pero las observaciones como esta del EHT son extremadamente valiosas para entender y describir qué está pasando justo en sus alrededores, donde las condiciones como la gravedad son muy extremas”.

Además, el científico chileno destacó que esta imagen es “indispensable para entender qué es lo que sucede en torno a los agujeros negros. Esto es muy relevante, pues permite poner a prueba las teorías físicas como la relatividad de Einstein en distintos entornos, y comprobar su validez o detectar posibles fallas”, afirmó.

Teoría de la relatividad

El 25 de noviembre de 1915 Albert Einstein presentó su teoría de la relatividad general. En Berlín, ante la Academia Prusiana de Ciencias, explicó las ecuaciones definitivas de su pensamiento donde, básicamente, los objetos más masivos del universo generan tanta fuerza de gravedad que curvan el espacio y el tiempo a su alrededor.

“Lo sorprendente es lo bien que coincide el tamaño del anillo con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein. Estas observaciones sin precedentes representan un paso adelante en nuestro conocimiento de lo que ocurre en el centro mismo de nuestra galaxia, y ofrecen nueva información sobre cómo estos agujeros negros gigantes interactúan con su entorno”, sostuvo en conferencia de prensa Geoffrey Bower, científico del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sinica de Taipéi que forma parte del proyecto EHT.


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Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.