Una nueva variante de coronavirus mantiene en alerta a los científicos
Aunque la pandemia ya no domine la agenda mediática ni las discusiones en el espacio público, aún hay novedades a las que es necesario prestarle atención. De manera reciente, una variante de Sars-Cov-2 con gran cantidad de mutaciones apareció en tres continentes y mantiene en alerta a los científicos. Encontrada a mediados de agosto, la mayor preocupación en torno a “BA.2.86″ es que la mayoría de los cambios se producen en la famosa proteína “S”, blanco de anticuerpos contra el virus. La Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes tuvo acceso al artículo de reciente publicación en la revista Nature que detalla las implicancias al respecto.
Para muchos científicos, la emergencia de BA.2.86 recuerda la aparición de la variante Ómicron a finales de 2021, cuando los equipos de investigadores del sur de África reportaron el descubrimiento de un linaje que se distribuyó con marcada rapidez en todo el planeta. Sin embargo, las sucesivas apariciones de la enfermedad confirieron a la humanidad una inmunidad natural que se complementó con las aplicaciones de refuerzos vacunales para dar como resultado una considerable protección global. Es por esto que la mayoría de los investigadores esperan que BA.2.86 no tenga el mismo impacto que tuvo Ómicron.
Hasta el 21 de agosto, la variante se había detectado en seis casos en cuatro países: tres en Dinamarca y uno en Israel, Inglaterra y Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud ha designado a BA.2.86 como una “variante bajo seguimiento”. El linaje pareciera descender de BA.2, una subvariante de Ómicron, que provocó numerosos casos a principios de 2022. La proteína S de BA.2.86 tiene treinta y cuatro mutaciones respecto de BA.2. Muchos de estos cambios se encuentran en regiones a las que se dirigen los anticuerpos neutralizantes por lo que hay una buena posibilidad de que pueda escapar de algunos de los anticuerpos presentes gracias a infecciones previas y refuerzos de vacunas.
¿Será necesario actualizar vacunas?
Otra característica de BA.2.86 que ha despertado el interés de los científicos es su distribución geográfica: ninguno de los casos identificados hasta ahora parece estar relacionado, incluidas las tres infecciones en Dinamarca, que fueron detectadas en diferentes partes del país. Esto sugiere que la variante podría ya estar bastante extendida.
En una carrera contra el tiempo, laboratorios de todo el mundo analizan muestras de pacientes, así como aguas residuales, para tener una idea de cuán extendido está BA.2.86. Si se comprobase que esta variante está muy diseminada será necesario comenzar a planear la actualización de vacunas para que incluyan la inmunización contra las nuevas formas de proteína S.
A pesar de todo esto, Jesse Bloom, bióloga especialista en evolución viral del Centro Oncológico Fred Hutchinson en Seattle, Washington, disipa el pesimismo que suele envolver el despliegue de cada nueva variante: “El escenario más probable es que esta variante desaparezca y en un mes nadie más que personas como yo recuerde siquiera que existió”, afirma.
“Incluso si BA.2.86 se distribuye en todo el planeta y demuestra ser hábil para esquivar los anticuerpos neutralizantes, lo más probable es que otras formas de inmunidad eviten que la mayoría de las personas contraigan una forma grave de la enfermedad”, añade Bloom. Todo esto sucede gracias a la inmunidad generalizada, obtenida gracias a las vacunas y a los sucesivos picos de infección.
Sin dudas, la aparición de BA.2.86 demuestra que el SARS-CoV-2 todavía tiene trucos bajo la manga que los investigadores deben comprender.
