El INCAA, un motor económico y una ventana al mundo de la cultura
El Instituto Nacional de Cine y las Artes Audiovisuales existe hace más de sesenta años pero, ¿qué es lo que hace? ¿Por qué es importante su labor?
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) tiene como función fomentar y regular la producción cinematográfica y audiovisual argentina. Entre las películas reconocidas que salieron de allí están “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos”, ambas merecedoras del prestigioso premio internacional Oscar. Ahora bien, ¿de qué se encarga íntegramente este Instituto? ¿A quiénes beneficia? ¿Por qué se necesitan producciones audiovisuales de origen nacional?
Nacido en 1957 y regulado por la ley de fomento de la actividad cinematográfica nacional sancionada en 1968 y modificada en 1994, el INCAA tiene como tarea principal administrar el Fondo de Fomento Cinematográfico. “Este Fondo está compuesto por tres ingresos: el 10 por ciento de las entradas de cine que se comercializan en el país, el 25 por ciento de la recaudación que hace el ENACOM a partir de la radiodifusión y el 10 por ciento del impuesto histórico sobre el alquiler y/o venta de los videogramas, como el VHS y el DVD”, explica Nicolás Batlle, presidente del INCAA, a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Y amplía: “De esa recaudación, la ley establece que el 50 por ciento es para la producción de películas y el otro 50 por ciento va dirigido al resto de las actividades que hace el INCAA, como la formación en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y la exhibición de producciones en distintos espacios y puntos del país”.
De las películas que contaron con el apoyo del INCAA, ocho fueron candidatas al Oscar: “La tregua”, “Camila”, “El hijo de la novia”, “Tango, no me dejes nunca”, “Relatos Salvajes”, “Argentina, 1985”, “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos”, siendo estas dos últimas ganadoras del premio. También hubo premiaciones por parte de los Goya. Desde la creación de este galardón, el rubro Mejor Film Iberoamericano lleva a Argentina a lo más alto: de las 37 estatuillas otorgadas entre 1987 y 2023, 19 fueron para una película argentina.
En cuanto a su área de formación, la ENERC tiene ocho sedes ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jujuy, Formosa, San Juan, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Mar del Plata y Rosario. Ofrece carreras de nivel terciario y tecnicaturas, como Dirección de Arte Cinematográfico, Dirección de Sonido, Realización Integral con Especialización en Animación 3D y Tecnologías Digitales; a la vez que proporciona cursos de extensión y webinars, como “Color y composición” o “Técnicas de Investigación Documental”.
Llegar hasta los lugares más recónditos
Además del fomento y la formación, el INCAA se encarga de la exhibición, que llega hasta los lugares más lejanos de Argentina y hasta los sectores más excluidos de la sociedad. Así, existen más de sesenta salas cinematográficas apoyadas por este instituto conocidas como “Espacios INCAA” y distribuidas por todo el país. Posee, por ejemplo, el Cine Gaumont, ubicado en la zona de Congreso, que proyecta producciones a muy bajo costo; así como también, dispone de CineAr TV, un canal de televisión presente en el cable y en la Televisión Digital Abierta.
Asimismo, en conjunto con la empresa de telecomunicaciones ARSAT, administra la plataforma gratuita CineAr Play que pone a disposición películas, cortos, documentales y series nacionales. El único contenido pago son los estrenos con un costo de 400 pesos.
La inclusión es el hilo conductor que une todos los servicios que tiene el INCAA. En este sentido, ofrece programas como “Cine en cárceles”; “Las escuelas van al cine”, que, desde 2016, ya llevó más de sesenta mil estudiantes a las salas administradas por el Instituto; “Gafas violetas” que trabaja en la implementación de políticas públicas destinadas a la equidad de género en las áreas de fomento, exhibición, distribución, investigación y capacitación; o “Cine móviles” que lleva proyecciones a lugares que no cuentan con salas de cine, comunidades de difícil acceso y espacios no tradicionales de exhibición.
“Es realmente emocionante porque nos ha pasado que se acerca gente que jamás fue al cine y es la primera vez que ven una película proyectada”, cuenta Batlle que también es productor. Y agrega: “Llevamos producciones a cárceles, geriátricos, plazas, escuelas, lugares donde no hay electricidad y vamos con generadores”.
Incluso, el INCAA planifica y participa de festivales que apuntan a promocionar las producciones nacionales en distintos espacios y frente a productoras latinoamericanas y del mundo. También, junto con el Marché du Film del Festival de Cannes, organiza “Ventana Sur”, el mercado de cine de la región donde se reúnen distribuidores y compradores de la industria cinematográfica internacional.
¿Es necesario un cine nacional?
Batlle no duda a la hora de responder esta pregunta. “Es fundamental por varias razones. En primer lugar, por diversidad y soberanía cultural, podemos contar nuestras propias historias desde los diferentes lugares del país. En segundo lugar, porque funciona como cantera: muchos de los realizadores exitosos de hoy en día iniciaron con un corto o una ópera prima con apoyo del INCAA”.
Además, plantea que es una generación de trabajo al darle empleo a guionistas, actores, productores, directores, técnicos y demás profesionales, y funciona como promotor de turismo. “El cine argentino nos representa en todo el mundo, no solamente aquí. A través de la pantalla el resto del mundo puede conocer nuestros paisajes, nuestra cultura, las costumbres”, enfatiza.
Por su parte, Brenda Fabregat, prosecretaria de Cultura de la Asociación Argentina de Actores y Actrices, cuenta a la Agencia: “Los subsidios que aporta el INCAA a la industria cinematográfica son tan importantes que sin ellos la producción sería nula. Representa para los actores y actrices una gran fuente de trabajo”. No solo esto, sino que también “la industria audiovisual es seguida con atención e incluida en todos los festivales y mercados de cine del mundo. Es una ventana a través de la cual nos observamos y nos ven globalmente como un país rico por su cultura y por su alto nivel de capacitación y diversidad”, detalla.
Fabregat, que también trabaja como actriz, detalla que, a partir de cada película o serie, “dos tercios de los gastos se reinvierten en otros sectores. El área audiovisual tiene un efecto multiplicador en la economía. Sólo en 2021 se generaron millones de pesos en ganancias, empleando a más de 90.000 personas. Es imprescindible para el flujo de nuestra economía.”
Batlle afirma: “No hay que resignarnos a no tener cine, sino todo lo contrario. Hay que pelear por defender nuestra cultura nacional, nuestro cine y nuestro organismo motor y regulador de la actividad que se que es el INCAA”.