Alejandra Pía Nicolosi: “La ficción puede transformar la realidad”

El vínculo histórico e indisociable entre la sociedad y las historias, desde la perspectiva de la docente e investigadora de la UNQ.  

La TV Pública cumplió 70 años en 2021. "En Terapia" es una de las tantas ficciones emitidas por este canal. Foto: Producción de "En Terapia"
La TV Pública cumplió 70 años en 2021. “En Terapia” es una de las tantas ficciones emitidas por este canal. Foto: Producción de “En Terapia”

Uno de los vínculos más antiguos que existen es el de la sociedad y la ficción. Históricamente, las personas contaron historias de manera oral y luego escrita, fenómeno que se transformó de manera rotunda con la emergencia de los medios masivos de comunicación en los siglos XX y XXI. En la actualidad, gran parte de las historias se pueden encontrar en las plataformas de streaming nacionales e internacionales -Cine.AR, Cont.AR, Netflix, Amazon Prime-, como también están aquellas que buscan ocupar el prime time en los canales de televisión. Alejandra Pía Nicolosi, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Quilmes, explica a la Agencia que “la sociedad vive atravesada por relatos” y que “una buena historia es aquella que te hace reflexionar. En su máxima hipótesis, la ficción puede transformar la realidad”.

“Hay varios factores que intervienen en ese vínculo entre la sociedad y las historias. Las personas disfrutan contar relatos, es muy usual escuchar frases del estilo ‘no sabes lo que me pasó hoy’. Eso ya es una historia”, describe Nicolosi, quien también dirige el Observatorio de Ficción Televisiva en la TV Pública UNQ. Además, continúa: “Sumado a lo afectivo, participan procesos cognitivos y políticos. Por un lado, se da una comprensión de los personajes y de las escenas, y se proponen hipótesis de qué podría pasar de acuerdo a lo que va sucediendo en la historia. Por otro, está la dimensión política, es decir, qué imagen del mundo está mostrando esa ficción”.

En este sentido, la especialista advierte que las ficciones no son un reflejo de la realidad, sino una construcción. “Hay un pacto de verosimilitud, pero no de veracidad. En otras palabras, lo que se muestra no es así, pero podría serlo”, subraya Nicolosi. Y ejemplifica: “Hace poco se estrenó la última temporada de El Marginal. Ahí se muestra un tipo de cárcel. En la realidad, tal vez, ese lugar no es así, pero podría serlo. De hecho, hay componentes que sí sabemos que suceden: la corrupción y el hacinamiento”.

Ingredientes de una buena historia

En un mundo donde abundan los relatos, surge la pregunta, ¿qué tiene que tener una ficción para ser considerada “una buena ficción”? “Debe estar conectada con su tiempo, es decir, captar la sensibilidad de una época. Por ejemplo, la serie ‘Okupas’ mostraba la crisis que la sociedad vivía en ese momento. También tiene que hacer pensar y reflexionar. ¿Por qué la ficción es una de las primeras cosas que se censuran en una dictadura? Porque hace que la sociedad dispute ideas”.

Asimismo, agrega: “Con la ficción se ponen en juego todas nuestras emociones, como el amor o el odio. Entonces, una buena historia debe conmovernos, así como también hacernos generar suposiciones sobre lo que puede pasar”.

La lupa en la ficción estatal

De manera reciente, el Observatorio de Ficción Televisiva de la TV Pública de la UNQ lanzó “Paisaje ficcional en la TV Pública”, un libro que invita a recorrer las historias emitidas por el canal estatal entre 2009-2019. Nicolosi, directora del Observatorio y compiladora del libro, cuenta: “La elección de este canal se debe a que ofrece un contenido disruptivo, federal y que no se rige por el rating. Entonces, es necesario que veamos qué muestra, quiénes aparecen y qué reflexiones surgen”. 

El libro, desarrollado por distintas investigadoras e investigadores de la UNQ y de otras universidades nacionales, indaga desde diferentes perspectivas cómo fue la producción de las ficciones durante dicha década, desde producciones asociadas hasta aquellas fomentadas por el Estado. Además, la elección de los años no es casual: en 2009, se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) que permitió la expansión de la oferta cultural hasta el 2015. “En este período, se observó un cambio drástico a favor de la creación local. Antes de este año, el contenido ofrecido por la TV Pública consistía en un 80 por ciento internacional y un 20 por ciento nacional. Eso se dio vuelta con exactamente los mismos porcentajes. La política de comunicación aprobada permitió ese crecimiento”, subraya Nicolosi.

Sin embargo, aclara que a partir de 2015 con el cambio de gobierno, la oferta ficcional sufre una contracción con el decreto que modifica la LSCA. En este sentido, cuenta: “Este período lo llamamos ‘paisaje de tormenta’. El libro lleva el nombre de ‘paisaje’ porque partimos de la pregunta, ¿qué paisaje de país estamos mostrando a través de la televisión? Cada momento tiene su nombre”.

El libro se puede descargar de manera libre y gratuita aquí.


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Luciana Mazzini Puga

Licenciada en Comunicación Social (UNQ).