Cómo influyen las redes sociales en el auge de las cirujías estéticas en Argentina

El país ocupa el quinto lugar a nivel global con más procedimientos estéticos realizados en 2023. Los expertos señalan a las plataformas sociales como un factor clave en este incremento.

Los estándares de belleza han encontrado un nuevo hogar en las redes sociales, impactando la autoestima y la percepción personal de millones de usuarios en todo el mundo. Crédito: Getty Images.
Los estándares de belleza encuentran un nuevo hogar en las redes sociales, impactando la autoestima y la percepción personal de millones de usuarios en todo el mundo. Crédito: Getty Images.

Por Ludmila Ulon*

En la era digital, las redes sociales redefinen la percepción de la belleza e impulsan una fuerte demanda de cirujías estéticas en todo el mundo. Argentina, en particular, se convirtió en un epicentro de esta tendencia, ocupando el quinto lugar a nivel global en el número de intervenciones estéticas realizadas en 2023, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS).

Plataformas como Instagram y TikTok, más allá de conectar a las personas, establecen estándares de belleza que muchos consideran inalcanzables. Este fenómeno atrapa a millones en un ciclo de comparación constante y fomenta una búsqueda obsesiva de perfección que, según los especialistas, está directamente vinculada con el aumento en la demanda de tratamientos estéticos. En ese sentido, advierten sobre los efectos negativos de esta presión social, especialmente entre los jóvenes, quienes son los más vulnerables a la distorsión de la autoimagen y a problemas de salud mental derivados de la insatisfacción con su apariencia.

“El uso de filtros y la exposición constante a imágenes editadas pueden distorsionar la percepción de uno mismo. Como todo, si se transforman en una obsesión no son beneficiosos. Pueden generar preocupación, angustia, ansiedad, insatisfacción, tristezas, ya que intentan una búsqueda ficticia de una belleza, juventud y perfección irreal”, advierte Patricia O’Donnell, médica psiquiatra y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

Laura Orsi, médica psicoanalista de la APA y coordinadora de Social Media en la Internacional Psychoanalytical Association (IPA), explica a la Agencia que existe un vínculo preocupante entre las redes sociales y trastornos como la atelofobia, el miedo crónico e irracional al fracaso y la imperfección. “Es interesante explorar el tema de la exigencia de perfección y el miedo a no alcanzarla lo suficiente, un problema que afecta a miles de personas en todo el mundo”, comenta Orsi.

Este trastorno se manifiesta en lo que algunos llaman “síndrome de Barbie”, donde la búsqueda de una imagen perfecta, que en su momento se reflejaba en una muñeca, ahora se proyecta en los perfiles de redes sociales. Según Orsi, “El problema es que, aunque se reuniera tales parámetros, igualmente las llevarían (a las mujeres) a experimentar inseguridad en su día a día”.

La pandemia de COVID-19 exacerbó esta problemática al trasladar la vida cotidiana a las pantallas. Con el aumento de las videollamadas y la vida social virtual, la percepción de la propia imagen cobró una nueva relevancia. En esa línea, la Agencia consultó a Jorge Wetzel, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER): “Las redes sociales incrementaron la demanda de procedimientos estéticos, especialmente después de la pandemia. En ese entonces, mucha gente que debía conectarse para trabajar online, percibió defectos estéticos que no había visto antes”, detalla Wetzel.

Influencers: modelos de una belleza inalcanzable

El rol de los influencers en este fenómeno no puede subestimarse. Estos creadores de contenido tienen una enorme influencia sobre sus seguidores, promoviendo productos y procedimientos estéticos que prometen resultados ideales, pero a menudo inalcanzables. Por eso, Wetzel subraya: “Es un arma de doble filo querer copiar a una persona pública. El hecho de que salgan personas con filtros en las redes sociales, especialmente en Instagram, TikTok, hace que la gente se quiera parecer a eso que incluso, a veces, son imágenes falsas”.

Las consecuencias de esta presión no se limitan a la autoestima, sino que pueden tener serias implicaciones para la salud. “Es fundamental que cualquier procedimiento estético sea realizado por profesionales calificados y en entornos adecuados”, concluye Wetzel.

*Estudiante del Segundo Curso de Profesionalización en Prácticas Periodísticas de la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.


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