Identidad universitaria en contextos de encierro: la experiencia de la UNQ
El proyecto, que se lleva a cabo en el Complejo Penitenciario de Florencio Varela, brinda herramientas para construir un futuro a más de 150 estudiantes.
Por Matías Vergnano*
En enero de 2023, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) desembarcó en el Complejo Penitenciario de Florencio Varela con una ambiciosa propuesta educativa. A través de un convenio con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, puso en marcha un programa que hoy involucra a más de 150 estudiantes privados de su libertad, con el objetivo de brindarles herramientas para transformar su futuro.
El proyecto ofrece tres tecnicaturas universitarias y dos diplomas de extensión, todos adaptados a las particularidades del contexto carcelario. “La presencia semanal del equipo es clave para el sostenimiento de las trayectorias educativas y la apropiación de la propuesta por parte de los y las estudiantes”, afirma a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, Ana Passarelli, coordinadora del equipo de acompañantes académico-administrativos, quien destaca el compromiso institucional de la universidad para asegurar el éxito de la iniciativa.
Las tecnicaturas en Gestión de Medios Comunitarios, Ciencias Empresariales, e Higiene y Seguridad en el Trabajo se dictan en las unidades 31, 24 y 54, combinando clases virtuales con un trabajo presencial específico. Por otro lado, en la Unidad 23 y la Unidad 32, los estudiantes pueden acceder a diplomas en Operador Socioeducativo en Economía Social y Solidaria y en Administración de Redes Sociales Digitales, respectivamente. Estos últimos diplomas se dictan de manera presencial, y ya 40 estudiantes lograron concluir sus estudios.
Para Passarelli, la clave del éxito es la construcción de una identidad universitaria en estos contextos, lo cual se ha logrado mediante actividades complementarias a la enseñanza académica. “Al principio fue compleja la apropiación de la propuesta por parte de los estudiantes, pero luego se pudo ir logrando con el sostenimiento semanal y las actividades por fuera de lo meramente académico”, reflexiona la coordinadora. Entre estas actividades, destaca la realización de talleres como “Cronistas barriales” y “Tejer derechos”, en los cuales los estudiantes pueden explorar temáticas de justicia social y género, y cursos de extensión vinculados a la Economía Social y Solidaria.
La extensión como pilar
Además, el equipo de acompañamiento está desarrollando un Taller de Producción de Revista, cuyo objetivo es la creación de una revista universitaria en contextos de encierro, con la participación activa de los estudiantes. Este taller fomenta el desarrollo de habilidades de escritura y funciona como un espacio de encuentro y construcción colectiva. “Apuntamos a que esta identidad universitaria pueda ir creciendo y consolidándose año a año”, asegura Passarelli.
El impacto de esta iniciativa va más allá del aula. Para muchos estudiantes, la oportunidad de acceder a la educación universitaria en la cárcel significa un cambio radical en sus vidas. “Es una instancia que permite transformar trayectorias vitales y pensar un futuro distinto con posibilidades concretas”, enfatiza la coordinadora.
Mirando hacia el futuro, la UNQ no se detiene. La universidad ha sido seleccionada como sede del próximo encuentro de la Red Universitaria Nacional de Educación en Contextos de Encierro (UNECE), que se realizará en noviembre. Este evento refuerza el compromiso de la UNQ con la educación inclusiva y reafirma su liderazgo en este ámbito tan necesario y transformador.
*Estudiante del Segundo Curso de Profesionalización en Prácticas Periodísticas de la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
