Súper serpiente: cómo es la especie invasora que podría colonizar Estados Unidos

Se trata de pitones que se adaptaron para crecer, no solo en climas cálidos y húmedos, sino también en templados y secos. Quizás sea el único caso en que cazadores y conservacionistas trabajan juntos para conservar el “equilibrio” del ambiente.

La pitón de Birmania llega a medir seis metros (imagen: Univisión).

Las mascotas son algo divertido, a veces necesario, que algunas personas deciden tener. Perros, gatos, incluso canarios alegran los días y hacen compañía. Sin embargo, están aquellos que van por algo más exótico. Hubo personas en Estados Unidos que en los años 80s decidieron tener la mascota de sus sueños: una pitón. Resulta que esta especie invasora, conocida como pitón de Birmana (Python bivittatus), se ha reproducido en los Everglades (Florida) desde hace más de cuatro décadas y supone un auténtico problema. Desde la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ te contamos las implicancias de este hecho y cómo afecta al ambiente la presencia de las populares Súper-serpiente.

Los Everglades son humedales que se encuentran en el centro y sur de La Florida. Presentan un clima cálido y húmedo y es en este ambiente donde la pitón de Birmania, una de las seis serpientes más grandes del mundo, encontró una temperatura ideal para reproducirse con éxito. ¿Cómo llegó esta especie del sudeste asiático al sur de los Estados Unidos? Según parece, algunas personas las adoptaron como mascotas. Como pueden llegar a medir hasta seis metros, la mayoría de sus dueños las liberaron en el ambiente una vez que alcanzaban estas dimensiones. La consecuencia, según describe Margaret Hunter en un artículo publicado en la revista Ecology and Evolution, es que se presentó “una disminución precipitada de las poblaciones de pequeños mamíferos”.

Para agregar aún más problemas, en 1992 el huracán “Andrés” impactó de forma directa en una reserva de serpientes, lo que provocó la liberación de una elevada cantidad de estos especímenes. Para 2012, el avistaje de animales tales como conejos o incluso ciervos, disminuyó cerca de un 90 por ciento. Hay que tener presente también que el único predador que podía atacar a las pitones eran los cocodrilos. Más allá de las mandíbulas de estos poderosos reptiles, las serpientes eran libres para crecer, comer y reproducirse.

En 2017 se creó un programa de eliminación de las pitones y para 2019 ya habían capturado cerca de dos mil. Quienes habían hecho este trabajo eran cazadores llamados por conservacionistas para mantener el equilibrio del ambiente. Esto constituye quizá uno de los únicos ejemplos donde conservacionistas y cazadores, siempre enfrentados, trabajaron juntos. En 2019, otra estrategia adoptada fue tomar una serpiente macho y aplicar lo que se conoció como la “técnica de Judas”: se le colocó un transmisor y se lo siguió hasta donde se encontraban las hembras con capacidad reproductiva. Gracias a esto pudieron encontrar una serpiente antes de poner 73 huevos.

La verdadera súper serpiente

La pitón de Birmania constituye un problema solo para los Everglades, o al menos eso creían los científicos antes del estudio de Margaret Hunter. Sin embargo, las dudas estaban. Por eso, al capturar los diferentes especímenes, también se encararon exámenes genéticos: se analizaron muestras de 400 serpientes y en 13 de ellas se encontraron rastros genéticos que no pertenecían a la pitón de Birmania. Con asombro, los científicos identificaron estos fragmentos como pertenecientes a la pitón de la India (Python molurus). ¿Qué implica este hallazgo? Básicamente, que 13 trece serpientes eran híbridas. La pitón de la India es capaz de crecer en climas más secos y con temperaturas menores a las que se encuentran en los Everglades, por lo que los 13 ejemplares encontrados tienen el potencial de colonizar otros lugares más al norte. En 2015 se promulgó una ley en Estados Unidos que prohibía el transporte de este tipo de serpientes a través de los estados.

En los Cayos de la Florida, un archipiélago situado al sur de esta península, se encontraron algunos ejemplares de pitón de Birmania. Si bien no hay aún colonias establecidas, los especialistas afirman que son capaces de nadar en agua salada. Queda por saber, de cara al futuro, cuál será el impacto de estas especies en el ambiente. Sin dudas, aún hay mucho por estudiar.


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Nadia Chiaramoni

Licenciada en biotecnología. Doctora con mención en ciencias básicas y aplicadas