Georgina Cardama: “Los éxitos de los proyectos están vinculados al trabajo en equipo”

La directora de la Plataforma de Servicios Tecnológicos cuenta el recorrido, los objetivos y el funcionamiento. Además, evalúa el rol de la ciencia y describe cómo impacta en la vida de las personas.

Georgina Cardama, directora de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos, en uno de los laboratorios de la PSB. Créditos: Magalí Sánchez / UNQ
Georgina Cardama, directora de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos, en uno de los laboratorios de la PSB. Créditos: Magalí Sánchez / UNQ

Georgina Cardama es Doctora en Ciencia y Tecnología y su especialidad, como investigadora del Conicet, es la Oncología Experimental. Además de ser integrante del Centro de Oncología Molecular y Traslacional (COMTra), es directora de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB) de la Universidad Nacional de Quilmes. En la UNQ, de hecho, construyó toda su carrera académica, desde la licenciatura hasta el posdoctorado. En julio de 2021, participó junto a otros investigadores e investigadoras en la publicación de Efecto antiviral de la ivermectina en dosis altas en adultos con COVID-19: un ensayo aleatorizado de prueba de concepto, un artículo que salió en The Lancet, la prestigiosa revista de ciencia que ganó fama mundial con la emergencia del coronavirus.

En diálogo con esta Agencia, la directora de la Plataforma cuenta sobre los inicios de la PSB y sus unidades vinculadas a problemas concretos a resolver. Además, imagina el porvenir de la planta y analiza el modo en que la ciencia impacta en la sociedad.

-¿Qué es la Plataforma de Servicios Biotecnológicos?

-La Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB) depende del departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad. Acá se llevan adelante actividades de transferencia tecnológica, principalmente en las áreas de biotecnología y alimentos. La PSB surge por un grupo de investigadores e investigadoras que, aparte de sus actividades de investigación clásica, también hacían algún tipo de actividad traslacional o de transferencia tecnológica. A partir de ahí nació un proyecto, se lo presentó en una convocatoria que hubo de la Agencia I+D de ese momento y se ganó con las siglas de PRIETec (Proyecto de Infraestructura y Equipamiento Tecnológico).

-¿Cuándo comenzó a funcionar?

-Empezamos en 2013 con cinco unidades y a partir de ahí se fueron sumando otras debido a diferentes situaciones que se presentaron. La Plataforma se aboca desde su inicio a servicios para terceros y participa de convenios de desarrollo conjunto con empresas privadas, aunque también lo hace con distintas áreas de gobierno o instituciones. Además, tenemos diferentes convenios de asistencia técnica. Muchos de los proyectos surgen por una demanda del sector productivo, se acercan a nosotros y nos piden algo particular. Sin embargo, también hay otros desarrollos que se incuban desde lo básico y terminan en una idea para algún producto, prototipo o servicio muy particular de alta tecnología.

-Hablaba de transferencia tecnológica, ¿qué significa?

La trasferencia tecnológica tiene que ver con poner en territorio o llevar de forma directa a una empresa algún desarrollo tecnológico realizado en el laboratorio. Muchas veces las empresas tercerizan servicios porque no tienen departamentos internos de Investigación y Desarrollo. Nosotros, como Plataforma, estamos tratando de salir un poco del laboratorio clásico como nos lo imaginamos para cubrir una demanda productiva.

-¿Qué tipos de demanda se les presentaron a lo largo de este tiempo?

-Por ejemplo, la Unidad de Análisis microbiológico y determinación de gluten en alimentos nace de una demanda concreta porque había pocos centros donde se hacían ese tipo de servicios. También está el Laboratorio de Biología de Suelos, una Unidad dirigida por Luis Wall que trabaja directamente con productores y otras asociaciones del sistema agropecuario. En este caso, los productores necesitaban entender ciertas características de los suelos en donde iban a trabajar y qué cosas se podían mejorar con una mirada ambiental. Otra de las unidades es el Laboratorio de Enemigos Naturales de Organismos Plaga, dirigida por Patricia Folgarait. Ellos trabajan a partir de una demanda tanto del sector forestal como agropecuario y hacen control biológico con hormigas, pero sin usar agroquímicos e insecticidas.

-Estos tres proyectos nacen de reclamos concretos. ¿Cuáles son las otras unidades con las que cuenta la PSB?

-La Unidad de Transferencia Tecnológica en Inmunología, Procesos y Producción de Biológicos, dirigida por Mariano Grasselli, combina la producción de diferentes componentes biológicos para convertirlos en kits de diagnósticos en el área de salud. Por otra parte, la Unidad de Evaluación y Desarrollo de Drogas Antitumorales se dedica al desarrollo de estrategias terapéuticas novedosas para diferentes tipos tumorales, la cual también se forjó a partir de una búsqueda específica. También, hay otra Unidad que se formó en base a que se ganó un Microscopio Confocal, el equipo más caro de toda la Universidad. En este caso, brindamos un servicio muy concreto y tenemos el personal técnico asociado. Estamos en el listado de grandes equipos a nivel nacional para poder evaluar diferentes muestras en el microscopio.

Dos científicas trabajan con el Microscopio Confocal, el equipo más caro de toda la Universidad. Créditos: Magalí Sánchez / UNQ
Dos científicas trabajan con el Microscopio Confocal, el equipo más caro de toda la Universidad. Créditos: Magalí Sánchez / UNQ

-Además hay una unidad que nació en el contexto de la pandemia.

-La última Unidad que se incorporó fue la de Covid-19. El 18 de marzo se cumplieron dos años de su puesta en marcha. En la actualidad seguimos con actividad, aunque bajó muchísimo la demanda. Esa Unidad se fortaleció con dos grandes fondos, uno del ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y otro de Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires. Hoy en día seguimos siendo parte de la red de laboratorios de la provincia en la zona sanitaria sexta y recibimos muestras principalmente de Quilmes, pero también de Berazategui y zonas aledañas.

-Desde su perspectiva, ¿para qué sirve la ciencia y cómo intenta llevar adelante ese perfil en la Plataforma?

-Esta es una visión muy personal porque la motivación de la gente que trabaja en ciencia puede ser muy variada. Siempre pensé la ciencia como una herramienta para solucionar algún problema. Me gusta trabajar haciendo transferencia tecnológica porque es una herramienta muy importante que, más allá de generar conocimiento, implica soluciones que nos mejoran la vida cotidiana. En ese sentido, ese siempre fue mi foco y mi interpretación de por qué hacía lo que hacía. A nivel profesional, lo que más me motiva es tratar de pensar que estamos llegando a alguien, o al menos estamos intentándolo. 

-Recién le preguntaba por el sentido de la ciencia. Ahora bien, ¿a quiénes debería estar dirigida?

-Debería ser para la sociedad. Hay un rol importante del Estado en eso, que tiene una función de orientación, regulación y fomento para ciertas áreas, sobre todo para aquellas que no son comercialmente viables. Sin embargo, en ese ecosistema hay lugar para todos: me refiero a los emprendedores, los que hacen ciencia en el contexto de una universidad y los que hacemos esta cosa híbrida que parte de la Universidad y se propone llegar a un sector socio-productivo.

-¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Qué se imagina para el futuro de la PSB?

-Yo veo un crecimiento de la Plataforma. A nivel de infraestructura es posible seguir creciendo y, a su vez, explorar otros formatos de transferencia tecnológica que quizás no son los que venimos transitando hasta el momento. Una posibilidad es poder brindar un lugar para desarrollar una idea a alguien que la tenga. Me parece sumamente importante sumar capacidad también en plataformas que sean similares a la nuestra y tratar de potenciar eso desde otras instituciones. Lo que nos caracteriza a nosotros como Plataforma es la multidisciplinariedad, lo cual es bastante novedoso. No hay muchos lugares que así lo planteen y me parece que es una de nuestras mayores fortalezas que esperamos poder profundizar.

-¿Cuál es la importancia de los equipos multidisciplinarios?

-Las miradas que cada quien trae. Son conocimientos que se suplementan y alguien con una formación de base bioquímica se combina perfectamente con alguien que viene más de la médica o de ingeniería. De hecho, los éxitos de los proyectos están vinculados al trabajo en equipo y que cada integrante aporta una idea, una impronta, una forma de ver las cosas y esa es una de las cuestiones más importantes que tenemos acá. Tenemos que ir por ese camino.

-Realizó todo su trayecto académico dentro de la Universidad Nacional de Quilmes. ¿Qué significa para usted estar acá dirigiendo la Plataforma? 

-Desde la licenciatura hasta el posdoctorado, realicé todo mi recorrido acá. La Universidad es mi segunda casa, se mantiene algo muy lindo de los vínculos y hay una cuestión de familiaridad enorme. Se trabaja muy bien acá adentro, hay mucha gente muy capaz con ganas de trabajar y de hacer las cosas. Eso es sumamente motivante. Cuando tenés tantos actores que son participes de ese desarrollo, a uno le motiva ser parte del crecimiento de la universidad. No tenemos que perder de vista para qué estamos acá.


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Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.