Stella Calloni y la mirada periodística desde América Latina
En “Stella Calloni. Periodismo, literatura y militancia. Cosas de mujeres”, las autoras Mariana Baranchuk y Vivian Elem se sumergen en las profundidades de la vida de una de las periodistas más importantes del siglo XX. Desde encuentros con grandes líderes, como Fidel Castro, hasta su amor por la poesía y la literatura, las autoras cuentan con detalle y fotos cómo fue el recorrido a nivel personal y profesional de Stella Calloni, quien actualmente tiene 86 años. “Stella es la historia viva de ser fuerte, pero sin perder la ternura ni el erotismo, que se ve reflejado en sus poesías”, cuenta Baranchuk, docente de la UNQ, y enciende el diálogo con la Agencia.
-¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
-La coautora, Vivian Elem, una vez hizo una pregunta en su programa radial acerca de quiénes eran las periodistas mujeres referentes para el público. Muchas le contestaron “Rodolfo Walsh” y yo le mencioné, entre otras, a Stella Calloni. A partir de eso, Vivian me contactó para contarme que la gente no conocía periodistas mujeres y, entre charlas, surgió la idea de hacer un libro sobre Stella. Nos comunicamos con ella para hacer una biografía autorizada y ahí nos enteramos que ya existía una y, encima ¡tenía un prólogo de Fidel Castro! Nunca íbamos a conseguir eso.
-Pero la hicieron igual, ¿qué ofrece esta de distinto?
-La biografía que hicieron los colegas se basa exclusivamente en su trabajo periodístico del siglo XX. Stella estuvo en todos los momentos trascendentales y con varios líderes de América Latina, pero también de otras latitudes. Nosotras, sin embargo, buscamos ir por otras de sus facetas, como la poesía y la literatura. Quisimos dar cuenta de cómo una mujer puede hacer literatura, periodismo y militancia a la vez que se organiza y cuida a sus hijos. Además, deja un legado para las futuras generaciones de periodistas ya que el libro es una especie de guía orientadora.
-¿En qué sentido?
-Stella explica cómo se organiza una entrevista, cómo se diferencia esta de la crónica y cómo se prepara un periodista para encarar este tipo de trabajo. Además, relata cómo se hace para entrevistar a gente que uno admira pero también a alguien que está en contra de todas tus convicciones. Así como varios nos formamos admirando a Rodolfo Walsh, está bueno que las futuras generaciones tengan presente la figura de Stella que, además, es alcanzable.
–¿Alcanzable?
-Claro. Hay una sensación que queda con las figuras porque nos parecen inalcanzables; nos quedan lejanos porque nunca llegaron a viejos. En ese sentido, nunca alguien va a ser Rodolfo Walsh. En principio, porque uno elige vivir y no se compromete como sí se comprometió él con una causa, sin dejar de tener en cuenta el momento histórico en el que vivió.
-Claro. Además, Calloni puede ser un ejemplo para las mujeres periodistas…
-Sí. Muestra a las mujeres que es posible hacer todo: investigar, hacer periodismo, escribir, disfrutar de tu sexualidad, casarte, tener hijos, divorciarte. Stella vivió y trabajó en un mundo de hombres. De hecho, no faltó el comentario de “Vos conseguiste esta entrevista porque…” no, Stella consiguió entrevistas trabajando igual que todo el mundo. Nunca se puso ni se va a poner en el lugar de víctima. No va a pasar que le diga a un hombre “No me levantes la voz”, sino que, si alguien le levanta la voz, ella va a levantar la voz dos tonos más fuertes.
-Hay un gran caudal de información y vivencias, ¿cómo hicieron para volcar todo eso en un libro?
-Hubo cincuenta horas de grabaciones y desgrabaciones y unas setenta horas de entrevistas; también registramos sus escritos. Después, con Vivian grabamos nuestras impresiones porque nos interesaba tener presente su gestualidad.
-¿Y cómo sintetizaron esa información?
-A medida que íbamos desgrabando, íbamos marcando de qué trataba cada parte. De esa manera, podíamos armar un índice coherente. Algo que nos pasó fue que, al ser historia del siglo XX, varias cosas tuvimos que salir a investigarlas.
-¿Por ejemplo?
-Stella habla de las distintas guerrillas urbanas del Paraguay de la década del 50´s, y nosotras ni las conocíamos. Ella llevaba medicamentos al Paraguay y, en una oportunidad, quedó varada. Durante un año vivió de manera clandestina en la selva misionera. Era algo trascendental que no podíamos dejar de contar. En ese sentido, investigamos varias figuras que nosotras desconocíamos y ampliamos esa información en los pies de página. También, hay pies de página dedicados a personas que sí sabíamos quienes eran, pero creemos que futuras generaciones puede que no.
–Calloni es un ejemplo para la comunicación desde Latinoamérica…
-Claro que sí, tiene un fuerte vínculo con Nicaragua, Cuba y Venezuela y es centralmente antiimperialista. Desconfía de las miradas construidas por la prensa hegemónica porque ve por detrás las decisiones del estado norteamericano y del imperialismo yanqui. Ella mira a Latinoamérica y al mundo desde esa óptica, y lo llevó adelante en su vida, por ejemplo, con la creación de la Agencia de Noticias de Nicaragua, que busca contrarrestar los flujos de información provenientes de EEUU. Respetamos absolutamente su mirada y la reflejamos en el libro.