La Liga de la Ciencia: el programa que contagia la curiosidad y la capacidad de asombro
Los aprendizajes y los desafíos de contar la ciencia en la pantalla chica. Conducido por científicos, estrena su séptima temporada en la TV Pública a pura novedad.
La Liga de la Ciencia comienza su séptima temporada con una nueva escenografía con pantallas interactivas, investigaciones y laboratorios por recorrer. Realizado por El Oso Producciones y emitido por la pantalla de la TV Pública, el programa es conducido por el físico Andrés Rieznik y la bióloga Eugenia López. A pesar del paso del tiempo, el objetivo no cambia: democratizar las condiciones de acceso y participación de la población al conocimiento científico. En este sentido, extrae lo mejor de géneros distintos: por un lado, el periodístico, al mostrar el potencial de la ciencia argentina a partir del abordaje de temas de agenda; y, por el otro, el de la divulgación, que se concentra en compartir las incógnitas del mundo del conocimiento a través de distintos formatos, como animaciones, experimentos en vivo, columnas y clases magistrales.
Esta edición estrena la sección “Sentidos a la mesa” con la investigadora del Conicet y bromatóloga Mara Galmarini. “A lo largo de los programas vamos a ver, por ejemplo, de qué depende que una comida nos parezca rica. Ella explica que además de los famosos cinco sentidos que conocemos, hay otras cosas como formas de pensar el mundo que hacen que una comida nos guste o no”, cuenta Rieznik a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ. También se suma Escenarios de Ciencia, una sección que apunta a recorrer diferentes lugares donde se hace ciencia en Argentina. “Mostraremos las investigaciones que se hacen poniendo el foco en el lugar en que se desarrollan esas disciplina”, detalla.
Además, el programa cuenta con los columnistas Valeria Edelsztein (química), Cindy Fernández (meteorología), Mariano Ribas (astronomía), Sergio Wischñevsky (historia), Pedro Bekinschtein (neurociencia), lonatan Pérez (física), Cecilia Apaldetti (paleontología), Consuelo López (tecnología) y Mara Galmarini (bromatología), que se especializan en diversas áreas y comparten el conocimiento como nadie.
Un aprendizaje infinito
Tras siete temporadas de La Liga de la Ciencia, Rieznik cuenta que gracias a la conducción aprendió a “trabajar en equipo”. “Hay que saber escuchar a los productores, guionistas e incluso a los mismos entrevistados para hacer las preguntas correctas. Estoy permanentemente atento a las devoluciones para que los próximos informes y reportajes salgan cada vez mejor”, explaya.
Por su parte, Eugenia López cuenta ante la Agencia que durante estos años “aprendimos que se puede comunicar la ciencia de una manera seria y rigurosa pero sin solemnidad. Me dí cuenta que a la gente le interesa la ciencia mucho más de lo que creía y eso nos lo hacen saber por redes sociales o por la calle”, cuenta la científica.
Además, Rieznik afirma que “gracias al trabajo de la Liga de la Ciencia pude reforzar mi pasión por la curiosidad y el conocimiento, y eso es algo que no se pierde. Desde la infancia me interesa entender cómo funcionan las cosas, me gustaban los dibujos animados que me explicaban cosas y ahora estoy sobreestimulado por los avances tecnológicos y las noticias de la Inteligencia Artificial”, cuenta el conductor. En coincidencia, López agrega: “La capacidad de aprendizaje es infinita, podemos aprender toda la vida, y ese es el espíritu de La Liga: mantener intacta la capacidad de asombro”.
La Liga de la Ciencia se puede ver todos los domingos a las 20 horas por la Televisión Pública.