“En cumplimiento del deber”, un documental que denuncia la negligencia de Iron Mountain
La coproducción del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales y la Universidad Nacional de Quilmes será presentada el 16 de mayo.
El 5 de febrero de 2014 el barrio porteño de Barracas amaneció bajo un manto de humo: el depósito de la empresa Iron Mountain, que resguardaba archivos bancarios de grandes entidades financieras, estaba en llamas. El calor hizo que se derrumbara la pared norte del establecimiento y quedaran atrapados bajo sus escombros nueve bomberos que fallecieron en el acto y uno que murió días después. A través de los relatos de los familiares de las víctimas, el documental “En cumplimiento del deber” –coproducido por la Universidad Nacional de Quilmes y el Instituto Nacional del Cine y las Artes Audiovisuales– denuncia la complicidad entre el gobierno de La Ciudad de ese entonces, el empresariado y la justicia para ocultar intereses e información confidencial de las grandes corporaciones. Se podrá ver el 16 de mayo a las 18 horas en el Salón Auditorio de la UNQ.
En diálogo con la Agencia de noticias científicas, el guionista del film y también docente de la UNQ, Carlos Castro, cuenta: “La película es una denuncia sobre una maniobra de inteligencia que involucra a entidades financieras que supuestamente guardaban información allí y que está preparada para hacerla desaparecer a cualquier costo, en caso de que sea necesario”.
El incendio ocurrió en un contexto de corridas bancarias y maniobras que realizaban bancos y corporaciones, y que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) había comenzado a investigar. Más tarde, se determinó que el hecho había sido provocado y se descubrió las irregularidades que mantenía esa empresa en complicidad con funcionarios del gobierno porteño. El saldo: diez muertos y dos suicidios posteriores.
Es por eso que el documental dirigido por Jorge Gaggero también es un homenaje a los bomberos que fallecieron. “Son los ciudadanos más frágiles de la sociedad porque siempre corren peligro al tratar de salvarle la vida a alguien”, comenta Castro.
En la misma línea, el periodista encargado de la investigación para el film, Pablo Waisberg, rememora ante la Agencia: “La idea inicial era contar la parte económica y financiera, es decir, las maniobras y el lavado de dinero. Hacíamos relevamientos documentales y orales y comenzamos a incluir las voces de los familiares de las víctimas. Ahí se dio un giro, la opacidad de lo que sucedió tiene que ver con esos relatos. Los bomberos fueron a salvar vidas pero terminaron muriendo por intentar salvar papeles, eso era lo que teníamos que contar“.
Una cadena de incendios
“Yo pensé que mi hijo había fallecido en un incendio, no sabía hasta ese entonces lo que era Iron Mountain ni que prendía fuego el mundo”, dice la madre de uno de los bomberos fallecidos, durante el documental . Según su sitio web, Iron Mountain ofrece almacenamiento seguro de documentos y datos, pero la realidad demuestra todo lo contrario. El incendio sucedido hace nueve años en Argentina es uno que se suma a una larga lista de antecedentes.
En 1997 ocurrieron tres incendios en la ciudad de Nueva Jersey, en 2006 se quemaron depósitos en Ottawa y Gran Bretaña, mientras que en 2011 ocurrió otro en Italia. Los dos posteriores sucedieron en Argentina, el de 2014 y otro iniciado hace tan solo dos semanas en el mismo depósito del barrio porteño. “Lo que no estaba previsto en el primero es que la pared se cayera, matase a los bomberos y que quedaran personas con graves secuelas que terminaron en suicidios”, detalla Castro.
¿Final abierto?
En el documental, los familiares de las víctimas denuncian la falta de apoyo y contención tanto para ellos como para los compañeros del personal fallecido. Asimismo, relatan las amenazas y hostigamientos que sufrieron durante todo este tiempo. “Cuando suceden estas cosas hay una suerte de espectacularización de la situación por parte de los medios pero cuando ese tema deja de estar en agenda, los familiares ya no tienen visibilidad. De esta manera, el documental es una forma de pedir justicia”, describe Waisberg.
“El apoyo de la Universidad Nacional de Quilmes fue una apuesta audiovisual pero también política”, destaca Castro, y anticipa a la Agencia que hay un interés por generar una segunda parte para cubrir el juicio que se realizará este año.