Leandro Abaroa, astrónomo: “Estudiar el universo es comprender que está cambiando y por qué”
Un dialogo con el científico especializado en astrofísica relativista y de altas energías. El recorrido por su trayectoria y su investigación reciente sobre agujeros negros.
Por Valentina Espíndola*
La entrevista comenzó en el lugar donde había estudiado hace tantos años, solo que ahora quienes lo saludaban no eran maestros sino alumnos. Este año lo encuentra dictando la materia Física Moderna en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata. En esta ocasión, cuenta por qué, a contramano de lo que se cree, “los astrónomos no son ningunos genios” y detalla en qué consiste su última investigación sobre agujeros negros difundida en la revista académica del rubro Astronomy & Astrophysics.
-Usted es astrónomo. ¿Cuál es la respuesta de alguien cuando habla por primera vez y le cuenta sobre su profesión?
–Por lo general, se suele tratar al astrónomo como una persona brillante que no tiene comparación y eso no es tan así, somos personas comunes y corrientes que simplemente decidimos elegir esta carrera y no otra. Entonces, si alguien piensa en dedicarse a esto dice: “Bueno, yo no voy a poder porque no soy un genio” y, en realidad, ninguno de los que estamos acá fuimos ni somos genios, simplemente perseveramos.
-¿Cuándo nació su amor por la astronomía?
-Desde muy pequeño sentí fascinación por lo que era altamente desconocido y las preguntas sin respuesta. Me interesaba el universo y me atraían los dinosaurios, como suele suceder a esa edad.
-¿Y cómo decantó por una de ellas?
-Lo que pasa es que en la mayoría de los casos esos gustos que tienen los niños después se desvanecen y uno termina haciendo otra cosa. En mi caso, perduraron y en algún momento de mi pre-adolescencia, supongo, me incliné por la astronomía en vez de la paleontología, y ya alrededor de los once años tenía decidido que iba a estudiar astronomía. Entonces, desde ese momento, empecé a averiguar cómo podía hacer, qué tenía que hacer, y qué significaba eso.
-¿Cómo llegó a la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP?
-Tuve la suerte de que cerca de mi casa vivía un físico nuclear del Balseiro, y entonces, como era amigo de mi padre, lo veía con frecuencia. Él me orientó un poco en lo que significaba estudiar astronomía, me comentó que las opciones eran Córdoba o La Plata. Entonces, por una cuestión de cercanía (soy de la provincia de Buenos Aires) cuando terminé el colegio vine para acá.
Astrofísica relativista y agujeros negros
-¿Y cómo fue su trayecto hacia la especialización?
-El plan de estudios está diseñado de manera tal que, uno cuando llega a la mitad de la carrera, básicamente, elige alguna rama en particular. A mí me interesaba la cosmología, que es el estudio de la estructura y la evolución del universo a grandes escalas. Pero ya cuando tuve que decidir por seguir alguna rama, me convenció más la astrofísica relativista.
-¿Por qué?
-Porque me convencían más los fundamentos en los que se apoya y porque me resultaban igual de interesantes, digamos, entender los procesos que involucran las energías más altas que se conocen en el universo (en donde aparecen los agujeros negros que son objetos que siempre me atrajeron) y porque había una muy buena posibilidad de orientarse a esa rama.
-¿Por qué los agujeros negros son un eje central para pensar el espacio?
-Los fenómenos más energéticos son los que producen mayores modificaciones en el entorno, y estudiar el universo es comprender que está cambiando y por qué. Los agujeros negros están asociados a estos eventos y por eso nos interesan. Por otro lado, como son concentraciones de masa (energía) en regiones muy reducidas del espacio, los agujeros negros determinan a gran escala la curvatura del espacio-tiempo. Entonces, estudiarlos nos permite conocer la geometría, y los indicios que comprenden al universo.
-¿Cómo surgen los agujeros negros?
-Son el resultado de una explosión de supernova, lo que significa que todas estrellas supermasivas van a terminar sus vidas como un agujero negro, y es interesante desde esa perspectiva también.
Una investigación sobre vientos y estrellas
-De manera reciente, publicó un artículo en la revista Astronomy & Astrophysics, ¿de qué se trata?
-Junto con mi director de tesis doctoral, Gustavo Romero y con un colega, Pablo Sotomayor, escribimos este artículo como culminación de una investigación de dos años sobre la interacción que tienen los vientos de los agujeros negros con los vientos que producen las estrellas. Estos son sistemas que existen en el universo, que están compuestos por un agujero negro y una estrella. De la misma manera que la tierra orbita en torno al sol, pueden existir estrellas que orbiten en torno a agujeros negros. Entonces se forman esos sistemas que se llaman binarios(dos cuerpos).
-¿Qué sucede en estos sistemas binarios?
-Dentro de ellos, en cuestiones más específicas, la estrella puede cederle materia al agujero negro y esta va a caer de manera espiralada, formando lo que se conoce como disco de acreción en torno al agujero negro. Si uno lo quiere visualizar, de una manera más sencilla, debemos pensar al agujero negro como un desagüe y a la estrella como el agua que está cayendo (por gravedad) y le está cediendo la materia. Pero no cae de manera directa.
-¿Cómo cae?
-Se va a ir formando un remolino como un disco. En algunas situaciones estos sistemas, que se conocen como binarias de rayos x, pueden tener expulsiones de viento desde el disco. Lo que significa, en teoría, es que parte de esa materia en vez de ser tragada por el agujero negro, es eyectada del mismo a velocidades muy altas. Entonces decimos que se forma una especie de viento.
-¿Hacia dónde va eyectado ese viento?
-Ese viento, que podemos pensar que sale en diferentes direcciones, pero que sale proyectado en particular hacia la estrella que se encuentra orbitando el agujero negro, se va a encontrar con el viento que también produce ella misma. En estos casos, lo que se va a dar es una colisión de vientos. Nosotros en ese trabajo hicimos los cálculos correspondientes para estimar qué es lo que sucedía en el caso de que esa colisión se produzca, y lo que vimos como resultado es que esas partículas, que están chocando a velocidades muy altas, van a producir radiación. En definitiva, hacemos las predicciones teóricas de cuál es la radiación esperada en la colisión de esos dos vientos en estos sistemas.
*Valentina Espíndola es estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social. Parte de esta entrevista fue presentada en la materia Prensa Escrita.
