El país del humo, un sitio web que explora la oferta cultural bonaerense
María Belén Castiglione, su fundadora y licenciada en Comunicación Social de la UNQ, indaga las propuestas teatrales, de cine y de literatura a través de crónicas, reseñas y entrevistas.
La práctica de ir al teatro implica mucho más que sólo ver una obra. De hecho, se podría decir que es un ritual: comprar la entrada unos días antes, vestirse para la ocasión, hacer la fila, recibir un folleto de la obra, sentarse en una butaca dentro de una sala iluminada con luces cálidas, observar la escenografía ya puesta en el escenario, disfrutar la función. Cuando el telón se cierra, la experiencia aún no termina: el espectador o espectadora se lleva a su casa los sentimientos y pensamientos que le dejó lo que acaba de ver. Ahora bien, ¿qué pasa cuando una persona que asiste frecuentemente al teatro ya no sabe qué ver? La respuesta la puede encontrar en El país del humo, un sitio web y un canal de Instagram que ofrece propuestas teatrales, de cine y de literatura.
A través de crónicas, entrevistas y reseñas, María Belén Castiglione, fundadora del sitio y licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes, explora la oferta cultural que existe en Buenos Aires, como obras de teatro, festivales de películas, ferias de libro o los recorridos que proponen los museos y galerías. Pero, no conforme con ello, va por más y exhibe todo lo que no se ve a simple vista del arte: el encuentro con otros y otras en las salas de teatro o de cine, las huellas que deja un libro en el lector y todo aquello que se lleva el espectador.
“Específicamente me interesa contar las actividades independientes, autogestivas y alternativas. Estos espacios necesitan lugares de comunicación que lleguen a otros públicos y no sólo a aquellos que los frecuentan”, cuenta Castiglione a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.
Luego continúa: “Me atrae contar también el ambiente del arte, las charlas de los directores, de los actores y la visión de los espectadores. ¿Qué tienen para decir ellos? ¿Qué les dejó la experiencia artística? Explorar una actividad te dispara a otras: leer un libro te puede llevar a ver una película y de ahí a ver una obra de teatro. Todo eso forma a espectadores que complejizan su pensamiento y toman opinión sobre los temas que tratan las historias”.
La agenda de El país del humo está marcada por la agenda cultural de Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de ciudades del conurbano, como Quilmes y Avellaneda. Así, pueden verse propuestas teatrales como Ciclo Memoria Conurbana: 40 años de democracia, que se realiza en distintas ciudades de zona sur; presentaciones de libros, como el poemario “Todos mis muertos y otras palabras para seguir viviendo” de Mariana Baranchuk; o charlas en La Noche de las Bibliotecas Populares.
La cultura entre algoritmos y caracteres
El país del humo nace no sólo como una forma de comunicación de la oferta cultural, sino también como una búsqueda personal y así lo relata Castiglione: “Disfruto mucho ir al teatro o a distintas actividades que se hacen. Asisto a las que se hacen en Quilmes y alrededores pero también a las salas que hay en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hace un tiempo me dí cuenta que me había armado una agenda semanal para ir a estos espacios y sentí la necesidad de empezar a contarlo”.
Con esto en mente, inició con la cuenta de Instagram que (al igual que el sitio web) lleva el nombre de un libro de la escritora y periodista argentina Sara Gallardo. Sin embargo, al poco tiempo advirtió que la extensión de escritura que le permitía la red social de Mark Zuckerberg no le alcanzaba para lo que quería comunicar.
“Veía que escribía mucho y que me quedaban cosas por contar pero era muy extenso para lo que se suele usar en Instagram, así que me decidí a abrir un sitio web para poder ampliar la información que doy en la red social. La nota que me impulsó fue una entrevista a Carolina Mazzaferro, directora de Lengua, lengua, lengua. Ella lanzaba la nueva temporada de su obra y aproveché la agenda para que el sitio salga a la luz”, detalla Castiglione a la Agencia.
A su vez, reconoce que no quiere que los algoritmos la “corran”. “Voy a ver las obras, escribo sobre ellas o alguna entrevista que haga y lo subo, pero lo hago a mi tiempo. Me fijo a la hora que hay más gente para publicar pero nada más, los lectores y lectoras llegarán cuando lo deseen”, enfatiza.