¿Todo arte es político? Una discusión histórica que siempre vuelve
Existen artistas que defienden la cultura con sus obras y en las calles, y también están los que optan por el silencio. Posiciones ante un presente desafiante.
En los escenarios, en las movilizaciones, en las redes sociales, en las paredes y en las calles, los y las artistas populares se hacen presentes cada vez que la política toca la cultura. Si el arte es político o no es una eterna discusión que vuelve a tener lugar en la agenda mediática cuando algún artista mainstream decide no opinar sobre las cuestiones sociales y políticas que afectan a su país, tal como sucedió con la cantante Emilia Mernes en las últimas semanas. Ahora bien, ¿es obligación de los artistas expresar su acuerdo o desacuerdo con un gobierno? ¿Qué impactos puede traer esto en su carrera?
“Nosotres concebimos al arte como una herramienta de expresión política. El silencio del artista también es una posición que suele estar a favor de quienes tienen el poder político o económico hegemónico”, relata Pablo Usero, imprentero e integrante de Arte al Ataque perteneciente al Frente Popular Darío Santillán, a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Y continúa: “La idea de la política está bastante bastardeada, se piensa como algo enajenado de la vida cotidiana. En realidad, hacemos política cuando decidimos desde qué vamos a comer o dónde vamos a comprar hasta si vas a una marcha o preferís quedarte en tu casa. Muchas veces quienes hacen arte mainstream deciden no opinar para no perder seguidores y llegar a un público más amplio. Otros prefieren no hablar porque son de derecha y no salen a decir abiertamente que bancan ciertas políticas”.
Además, consultada por la Agencia, Mirta Israel, coordinadora de Unidxs por la Cultura e integrante de Actrices Argentinas, amplía la mirada: “Algunos artistas no se expresan porque tienen una postura de clase, otros porque no tuvieron la oportunidad de pensar el arte desde ese lugar y otros porque sienten que esa exposición podría quitarle la posibilidad de trabajo”.
La actriz y clown hace hincapié en la última posibilidad. El trabajo de los artistas suele tener como característica la inestabilidad: no todos trabajan todo el tiempo en el arte, de hecho son mayoría los que no pueden hacerlo. “Vivir de la profesión cuesta mucho, es comprensible que una vez que lo logran se cuidan mucho de no exponerse políticamente”, detalla.
Los costos para quienes expresan su postura van desde la posible pérdida de trabajo hasta exponerse en las calles y sufrir la represión en sus cuerpos.
Sensibilizarse y transformar la realidad
Muchas de las ramas artísticas requieren de trabajo colectivo, algo que se replica a la hora de organizarse para hacer frente a las políticas del gobierno de turno. “Hay que tratar de expresarse en forma permanente porque quien no lo hace durante mucho tiempo entra en estado de inercia. Pero, para lograr eso, hay que estar contenida en un espacio comunitario, sino es muy difícil sostenerlo”, afirma Israel.
Asimismo, agrega que “el arte verdadero, no el de entretenimiento” permite vislumbrar otros mundos y construir pensamientos críticos. “Son todas cuestiones que, en general, en este sistema nos son vedadas o que está normativizado un pensamiento desde los medios hegemónicos que no permite que todos esos aspectos se desarrollen en las personas”, subraya.
Por su parte, Usero plantea que el arte tiene dos roles en la política: por un lado, comunicar los problemas y las consignas de una manera más amigable para la sociedad en su conjunto. En este sentido, las organizaciones piensan la estética más adecuada para comunicar un mensaje a través de la intervención artística.
Por otro lado, tiene el rol de romper con los límites. Así lo explica el imprentero: “Se trata de tirar la piedra más lejos, de pensar una sociedad que hoy no existe. La idea es prefigurar la sociedad en la que queremos vivir, las intervenciones artísticas tienen que perseguir el objetivo de incomodarnos y de profundizar nuestros debates políticos animándonos a pensar más allá de lo que hoy es materialmente posible”.