“La educación es un puente para estar mejor y tener más oportunidades en la vida”
Víctor Szalc trabaja en la Universidad Nacional de Quilmes desde 2019. Su paso por la institución hizo que despertaran las ganas por volver a estudiar después de varios años.
Cada vez que se abre la puerta de una oficina y se escucha un carrito y una radio encendida es porque Víctor Szalc acaba de llegar. Nacido en Lomas de Zamora, trabaja en el sector de limpieza de la Universidad Nacional de Quilmes, pero antes dedicaba su tiempo al buffet de la Escuela Secundaria de Enseñanza Técnica (ESET), también de la UNQ. Su camino por los distintos espacios de la institución despertaron su interés por dar un nuevo paso: estudiar la Tecnicatura en Medio Ambiente. Las ganas de formarse profesionalmente y de aplicar los saberes que adquirió a lo largo de su vida representan su característica más distinguible.
Cuando finalizó el secundario en su juventud, Szalc comenzó el Ciclo Básico Común (CBC) para seguir la carrera de kinesiología, tal como había hecho su abuelo, pero por distintos motivos no pudo continuar. Hoy, tras cinco años trabajando en la UNQ, decidió que era tiempo de volver a estudiar.
“Vengo todos los días acá y me dieron ganas de empezar algo nuevo, es una oportunidad. Evalué las carreras y me decidí por la Tecnicatura en Medio Ambiente. Estamos viviendo en un mundo atravesado por el calentamiento global y la contaminación y creo que si todos aportamos nuestro granito de arena y entendemos cómo funciona el planeta, podemos vivir mucho mejor”, cuenta. Aunque generalmente, Szalc es sociable, charla con quienes están en las oficinas, escucha música y comparte algún que otro mate mientras realiza su trabajo, durante la entrevista se lo ve más reservado que de costumbre. “No tengo idea qué pueden preguntar”, comenta riéndose.
Con su trabajo y la inscripción en noviembre a una nueva carrera, Szalc se suma a la comunidad que accede a la educación superior gracias a que hay universidades públicas por todos lados. Lo tiene claro al punto de que busca dar ese ejemplo a su hijo de trece años. Así lo cuenta: “Aunque le falta todavía, siempre hablamos de qué carrera puede seguir. A veces quiere ser veterinario, otras quiere dedicarse a la informática, y después asiste a alguna charla y vuelve a cambiar de idea. Lo importante es que quiere seguir algo. La educación es un puente para estar mejor y tener más oportunidades en la vida”.
Pero no todos los saberes se adquieren en las universidades, algunos aprendizajes provienen de los oficios. Por ejemplo, Szalc conoce de electricidad y plomería y sus ganas de aprender le permitieron trabajar en distintos rubros. Así, antes de ingresar a la Universidad, pasó por empleos que van desde el mantenimiento de hogares hasta empresas como Danone (alimentos), Fármaco Argentina (cuidado e higiene) o Testori (plástico).
Finalmente, en 2019 comenzó a trabajar en la UNQ, primero en el buffet de la ESET, ubicada en Ezpeleta, y desde 2023 en la sede universitaria en Bernal. “Tengo dos horas de viaje aproximadamente, según el tráfico. A las nueve salgo de mi casa para ingresar a las once hasta la tardecita. La principal diferencia entre el trabajo que hacía en la escuela y este es la intensidad. Acá es más tranquilo, pero los dos me gustan”.
Una vez que llega al trabajo, junto con sus compañeros dividen las áreas de la Universidad e inician con sus tareas. Pasado el mediodía se reúnen a comer y luego retoman la actividad. “Son un grupo de mucho compañerismo y respeto. La pasamos bien”, cuenta. Y agrega: “Me gusta trabajar en la UNQ. No conozco otras universidades pero se nota que acá todos toman su trabajo con compromiso y seriedad. Dan lo mejor que pueden para tener una buena institución”.
