Entre la TV y el streaming: ¿la ficción nacional encontró su camino en las plataformas?
Envidiosa, Margarita, El Encargado o El Eternauta son algunas de las producciones argentinas que prometen ser un éxito. Mientras tanto, los canales de aire eligen lo extranjero.
La producción nacional de ficción parece encontrar su camino junto a las plataformas de streaming de películas y series, como Netflix o Max, que apuestan por series argentinas que son un éxito, como las recientemente estrenadas “Envidiosa” y “Margarita”, o como División Palermo y El Encargado. Hace varios años que las novelas argentinas no están en los canales de aire y fueron reemplazadas por producciones extranjeras, como las turcas. De hecho, contrariamente a la política histórica de generar contenidos propios y/o asociarse con productores locales, la TV Pública anunció recientemente un “acuerdo sin precedentes” con la señal mexicana Televisa para emitir dos ficciones: La desalmada y Marea de pasiones. En este contexto, es más llamativo aún la elección que hacen las plataformas y que encuentran en el público la satisfacción de una demanda. ¿Esto podría incentivar una posible vuelta de la ficción nacional?
Alejandra Pía Nicolosi, directora del Observatorio de la ficción televisiva en la TV Pública, elige ser cauta y plantea a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ que para ello se deben cumplir ciertas variables: ese consumo debe sostenerse en el tiempo, debe generar trabajo para todos aquellos que conforman un equipo de producción de la industria nacional (como actores, actrices, técnicos, guionistas o directores) y las historias deben tener compromiso social, cultural o político. “Es decir, que no reproduzcan estereotipos o valoraciones hegemónicas, sino que vengan a proponer nuevas lecturas sensibles de la realidad”, explica.
A su vez, enfatiza: “Está buenísimo que haya producciones para plataformas, pero todavía hay un 30 por ciento de la población sin acceso a Internet por lo que es necesario que las ficciones sean transmitidas por la TV Pública que alcanza al 99 por ciento de la sociedad, o que esta señal genere su propio contenido de acceso gratuito”. La programación de enlatados extranjeros es más económica que la producción de contenidos propios, por lo cual es histórico que suceda que los canales importen cuando hay crisis económica o falta de decisión política.
En los términos de la investigadora, el canal estatal tiene la capacidad técnica instalada para continuar con la producción audiovisual incluso sin la necesidad de contratar productoras. “Esto se hizo, por ejemplo, en los inicios de la televisión, en los noventa o durante el gobierno de Néstor Kirchner cuando se creó una división propia de ficción en el canal. Pensar en hacer ficción en plataformas y no en la televisión es un pensamiento excluyente y negar la producción en la TV Pública es negar un derecho al acceso a la cultura y al entretenimiento público y gratuito”, afirma ante la Agencia.
Hecho en Argentina
“Como pueblo tenemos un amor cultural por la ficción muy establecido y construido por el papel que ocupó la telenovela en el consumo de la sociedad argentina. La gente elige mirar ficción nacional en las plataformas gracias a la histórica cultura de goce y consumo que tenemos”, manifiesta la docente de la UNQ.
Con el sello de “Hecho en Argentina”, Netflix lanzó de manera reciente varias producciones nacionales. En lo que respecta a las series de ficción, “Envidiosa” es una comedia de doce capítulos protagonizada por Griselda Siciliani y producida por Adrián Suar. La historia cuenta la vida de Victoria que sufre una crisis existencial a los cuarenta años al encontrarse soltera y sin hijos mientras todas sus amigas se casan. La producción cuenta además con figuras como Esteban Lamothe, Pilar Gamboa, Violeta Urtizberea y Benjamín Vicuña.
A su vez, el gigante de la letra N trabaja en el rodaje de la segunda temporada de División Palermo –cuya primera parte fue nominada a los Premios Emmy Internacional en la categoría de Mejor comedia– y de El Eternauta, basada en la icónica novela gráfica, dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín. También, se espera el estreno de En el barro, el spin-off de El Marginal de Sebastián Ortega, así como también de Atrapados, un thriller protagonizado por Soledad Villamil, Juan Minujín y Alberto Ammann basado en la novela “Caught” de Harlan Coben.
Según plantea Nicolosi, el goce que genera ver ficción nacional tiene que ver con la teoría de la proximidad cultural. “Nos generan mayor atracción y empatizamos más con las historias que ingresan a nuestra biografía social e individual. Nos sentimos en comunidad cuando todos estamos viendo, compartiendo y charlando personalmente, por teléfono o vía redes sociales sobre las historias que hablan de nuestros paisajes, nuestra ciudad, nuestra idiosincrasia. Es decir, todo lo que nos produce un reconocimiento cultural”, detalla a la Agencia.
Así, recientemente Max (ex HBO Max) estrenó “Margarita”, la esperada secuela de la novela Floricienta, producida por Cris Morena Group, una obra que revive emociones de una generación que creció con la novela principal. Protagonizada por Mora Bianchi y con Isabel Macedo y Graciela Stefani como las históricas villanas de la historia, la trama gira en torno a las aventuras de Margarita, la hija de Floricienta y El Conde, que fue separada de sus padres durante una rebelión en el reino de Krikoragán. La joven debe descubrir su verdadera identidad: la heredera del trono.
Además, en Disney+, El Encargado ya va por su tercera temporada y fascina a la audiencia. Protagonizada por Guillermo Francella, la serie cuenta la vida de Eliseo, un encargado de un edificio que hace uso y abuso de su poder para entrometerse en la vida de los inquilinos.
