Realizaron una Jornada Internacional en Defensa de la Ciencia Argentina
Científicos nacionales y del exterior participaron de un evento que se llevó a cabo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de manera presencial y virtual.
El martes 27 se llevó a cabo una Jornada Internacional en Defensa de la Ciencia Argentina que contó con la participación de referentes nacionales y del exterior tanto de la ciencia como del mundo académico. El encuentro fue a partir de las 15 horas en la sede de la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun) ubicada en Azcuénaga 778, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, del evento se pudo participar de forma virtual a través de la plataforma Zoom. “Nos manifestamos en defensa de la investigación y del sistema científico tecnológico de nuestra nación”, subrayaron desde la Fedun.
Entre otras personalidades, del evento participaron el exministro de CyT Daniel Filmus, la expresidenta del Conicet Ana Franchi, el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional Daniel Greco y José Belizán, investigador del Conicet que obtuvo el prestigioso Premio Gairdner en 2023 por sus aportes en materia de salud pública.
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, Belizán afirma: “Esta jornada tuvo algo muy humano como proteger a nuestros investigadores, a nuestros científicos y a nuestros universitarios, porque también existe el gran peligro de que las universidades sean subfinanciadas. Así que esto es una destrucción terrible de todo lo que aporta la ciencia al país y es una situación terrible para gente que, en cierta manera, es echada”.
Además de la Fedun, la Federación Latinoamericana de Trabajadores Científicos y la Federación de Sindicatos de Docentes Universitarios de América del Sur formaron parte de la organización del encuentro.
Que siga brillando
Argentina es un país con larga tradición en materia de Ciencia y Tecnología. Solo en la rama científica, el país cuenta con tres premios Nobel: Bernardo Houssay en 1947, Luis Federico Leloir en 1970 y César Milstein en 1984. A pesar que este año se cumplen cuarenta años del último galardón, el país sigue siendo una referencia en todo el mundo con personalidades como Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial.
“Para hablar de la situación de la ciencia y la tecnología argentina tenemos que decir que ha brillado en el mundo entero. Estamos recibiendo apoyos increíbles de gente que no pensábamos que valoraba tanto nuestra ciencia y nos están mandando mails y videos. Entre ellos hay tres premios Nobel que destacaron la importancia que tuvo la ciencia argentina a nivel global y, por supuesto, apoyándonos para que esto continúe”, cuenta Belizán, médico obstetra e investigador del Conicet que fue premiado en la categoría Salud Global.
Gregory Winter (premio Nobel de Química 2018), Harold Varmus (premio Nobel de Medicina 1989), David Julius (premio Nobel de Química 2021), Stanley Plotkin (co-desarrollador de la vacuna contra la rubéola y una de las principales autoridades mundiales en vacunas) y Teun Van Dijk (lingüista, cofundador del análisis crítico del discurso) son algunos de los tantos científicos y científicas del exterior que acompañan el reclamo y la preocupación por la situación que atraviesa Argentina.
“Estamos realmente con el enorme temor de que se termine el apoyo del Estado. Pareciera que solamente el dinero alcanzaría hasta junio de este año y eso haría que dejara de trabajar la ciencia argentina apoyada por el Conicet, un organismo que tiene mucho prestigio internacional”, explica el investigador.
Contra el desprestigio y la oscuridad
A pesar que los científicos argentinos gozan de una gran popularidad en el mundo, en su propio país son atacados por algunos sectores de la sociedad que hoy ocupan los diferentes poderes del Estado. Que son ñoquis, que son vagos y que sus investigaciones no tienen importancia son solo algunas de las frases que se repiten cotidianamente.
“Ahora se está tratando de desprestigiar a los trabajadores del Conicet. Yo soy uno de esos trabajadores y sé el esfuerzo que hacen desde los becarios hasta todos los científicos del Consejo. No tienen salario exorbitante y muchos científicos trabajan fines de semana, estudian y leen hasta tarde. Así que el menospreciar el trabajo que hacen es realmente una crueldad”, resalta Belizán.
En este sentido, el médico obstetra agrega: “Cuando te dicen que no hay más plata, el ‘búsquese otra cosa’ sabemos que no es fácil en ningún aspecto y da un dolor tremendo por las familias que dejan de protegidas. Lo que se va a generar en toda la población argentina con la desfinanciación de las universidades y el Conicet es cruel”.
