Estados Unidos y China ahora también compiten por el turismo espacial
Mientras que la empresa de Jeff Bezos retomó los vuelos después de dos años, el gigante asiático quiere iniciar su propia aventura con civiles en 2028.
Blue Origin, la empresa de exploración y turismo espacial fundada por Jeff Bezos, volvió a llevar a seis personas al borde del espacio después de un parate de dos años. Desde la base Launch Site One situada en Texas, al sur de Estados Unidos, la misión NS-25 completó con éxito su séptimo vuelo hasta el límite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior, también conocida como Línea de Kármán. Sin embargo, la firma de uno de los hombres más ricos del mundo no es la única que compite por prestar este servicio. Virgin Galactic, del británico Richard Branson, fue la primera compañía en la era de los magnates privados que lanzó un vuelo tripulado al espacio en 2021 y es otra de las opciones que tienen los turistas. Sin embargo, no se trata solo de un hecho comercial entre privados entusiastas, sino también político. Por eso, China lleva adelante diferentes esfuerzos e intentará realizar turismo tripulado en 2028.
De hecho, el subdirector general la empresa china Aerospace, Zhang Huaiming, brindó detalles del vehículo espacial que esperan probar en 2027 y que tendrá una cabina turística que podrá transportar a siete personas y contará con cuatro ventanas panorámicas. Se espera que el viaje dure diez minutos y los pasajeros crucen la Línea de Kármán para experimentar la ingravidez durante tres minutos.
En este sentido, tampoco se puede obviar a SpaceX, la empresa de Elon Musk que en 2021 realizó una misión de turismo espacial de tres días en la que, por primera vez, la tripulación estuvo solo formada por civiles. A diferencia de Blue Origin, Virgin Galactic y Aerospace, que piensan en vuelos breves al espacio suborbital donde los viajeros se exponen unos minutos a la ingravidez y pueden flotar a una distancia aproximada de 80 a 100 kilómetros sobre el nivel del mar, la misión Inspiration4 alcanzó una altitud de 540 kilómetros y orbitó a la Tierra cada 90 minutos durante el viaje.
Aunque se espera que tanto Aerospace como Blue Origin y SpaceX sean las que destinen mayor presupuesto a estos viajes relámpagos, ya que la misión de ambas empresas se inscribe en una puja geopolítica más amplia por conquistar el terreno espacial, también existen otros contendientes. HALO Space, la compañía española de turismo espacial, es otra de las alternativas.
A diferencia de las anteriores, el objetivo de esta empresa es viajar por la estratósfera entre cuatro y seis horas en una especie de cápsula impulsada por hidrógeno, con el objetivo de no contribuir al cambio climático. Los ingenieros ya realizaron diferentes pruebas y buscarán conseguir la aprobación de la Administración Federal de Aviación estadounidense en 2025. Desde la compañía prevén realizar 400 viajes y transportar 3 mil pasajeros al año en 2029.
Por último, no puede dejarse afuera a Rusia, que en 2021 también a través de su agencia espacial Roscosmos llevó al magnate japonés Yusaku Maezawa a la Estación Espacial Internacional durante 12 días.
No es para cualquiera
La tripulación de la misión NS-25 de Blue Origin estuvo compuesta por seis personas, entre las que se encontraba Ed Dwight, excapitán de la Fuerza Aérea estadounidense quien fue seleccionado por el presidente John F. Kennedy en 1961 como el primer candidato a astronauta negro, pero nunca tuvo la oportunidad de volar.
Con 90 años, 8 meses y 10 días, Dwight se convirtió en la persona más longeva en viajar al espacio, tras superar a William Shatner, actor de la serie televisiva “Star Trek”, que era casi dos meses más joven cuando voló con Blue Origin en 2021.
Aunque no se conoció la cifra de cada asiento en la reciente misión de Blue Origin, se estima que podría costar más de un millón de dólares. Por su parte, el precio para viajar en la próxima misión turística de Virgin Galactic, que será el 8 de junio y llevará cuatro pasajeros, tiene un precio aproximado de 450 mil dólares.