Un investigador de la UNQ ganó el Concurso Nacional de Música 2023
Se trata de David Alejandro Barragán Antonio, quien se quedó con el primer puesto en la categoría Composición con Medios Electroacústicos y obtuvo un premio de 350 mil pesos.
David Alejandro Barragán Antonio, estudiante e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, obtuvo el Primer Premio del Concurso Nacional de Música 2023 en la categoría Composición con Medios Electroacústicos. Gracias a la obra Espejo-Metal-Líquido, compuesta en uno de los seminarios de composición que da la Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos, el colombiano que ya lleva más de diez años radicado en Argentina se subió a lo más alto del podio y recibió 350 mil pesos.
“Primero fue una gran sorpresa porque no me lo esperaba y después fue un gran orgullo. Este premio es algo que a uno lo hace valorar lo que hace y que da más impulso y más ganas de seguir trabajando, de seguir creando, de seguir con la labor artística, de continuar experimentando y llevando a esos espacios la música de los y las compositoras jóvenes”, resalta Barragán Antonio, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Entre más de 1700 participantes, la creación de Barragán Antonio se destaca por “plantear un estado psiconoro de reflejo con la otredad en donde uno se ve representado”. La obra para violonchelo y medios electroacústicos fue creada en 2022 y contó con la asesoría del chelista Martín Devoto, uno de los más importantes del país.
La Universidad y las Artes
La composición fue gestada en las aulas de la UNQ en el marco de la Escuelas Universitaria de Artes (EUdA). En uno de los seminarios que ofrece la Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos participó como invitado el chelista Martín Devoto, uno de los más importantes del país, que trabajó junto a los estudiantes a lo largo de todo el cuatrimestre.
En este sentido, Barragán Antonio resalta que la presencia de Devoto en el seminario de composición fue muy linda ya que “pudo componer con los alumnos y llevar ese proceso juntos. La obra fue eso, componerla con él, corregirla y revisarla como si fuera una conversación y un intercambio constante”. Aunque parece un dato anecdótico, invita a pensar en el rol que deben tener las universidades públicas en relación a la cultura en general y a las artes en particular.
“Es una composición que sale de la universidad pública, llega a una instancia tan importante y gana un premio nacional. No es un detalle menor que la creación en el aula de una universidad pública genere obras que son reconocidas, que llaman la atención y se destacan”, subraya Barragán Antonio, quien también es investigador en el proyecto Punto de Encuentro, que estudia compositoras y compositores latinoamericanos.
En conversación con la Agencia, Martín Proscia, director de la Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos, explica: “Lo más importante que hace la universidad en el campo de las artes es formar, en el caso de la música, compositores y compositoras. La universidad es ante todo el espacio formativo para la música, tanto desde el punto de vista profesional como desde el plano teórico. Las personas que egresan de la carrera no solo tienen que poder componer, sino también hablar de su propia música, lo que implica un compromiso intelectual y político con la creación musical de nuestro tiempo“.
Además de formar, otra de las tareas de la Universidad en relación a las artes es divulgar las composiciones y producciones que realizan sus estudiantes. En este sentido, hace diez años que todos los cuatrimestres se realiza UNQ Suena, un espacio donde las carreras de música de la EUdA presentan sus trabajos a toda la comunidad.
Algo más que una Casa de Altos Estudios
Transitar por los pasillos y las aulas de una universidad pública no solo se traduce en la adquisición de conocimientos y herramientas para desarrollarse profesionalmente. “A mí la UNQ me dio todo. Me educó, me dio becas, amigos y familia. Me dio arte, me dio la posibilidad de crear, de componer, de estudiar y me dio un espacio seguro en el que yo me siento muy bien”, cuenta el ganador del Concurso.
“La Universidad me cambió la vida. Vengo de una zona muy marginal de Bogotá y creo que la posibilidad de seguir estudiando en la UNQ me abrió un montón de posibilidades e hizo que mis trabajos estén por todo el mundo y puedan ser reconocidos. También me permitió seguir creando, poder vivir de esto y compartir mi trabajo con mucha gente. La Universidad de Quilmes está llena de gente maravillosa y yo me siento muy feliz de estar rodeado ahí. Recibí educación de gente muy importante de las artes que da clases en la EUdA”, resalta Barragán Antonio.
Texto curatorial de Espejo – Metal – Líquido
Obra para Violonchelo y Medios Electroacústicos creada en el año 2022 con la asesoría del chelista Martín Devoto. Espejo – Metal – Líquido es una obra que desea plantear un estado psiconoro de reflejo con la otredad en donde uno se ve representado. La naturaleza propia mostrada, revertida, transformada, en el encuentro con une otre, donde hay reflexión, una curvatura y espejismo donde la luz se transforma y adapta formas de una manera especial. La percepción y la realidad como espejos de láminas delgadas y frías que se escurren casi líquidos. El recuerdo, las memorias, la personalidad disolviéndose, escurriendo, tomando naturalezas liquidas. En su naturaleza compositiva es posible escuchar el juego de reflejos sonoros, delays y características que desean construir la sensación de eco múltiple e íntimo, las voces replicadas infinitamente, la conversación con el ser interior, hasta el blanqueamiento y la liberación. El quiebre de la tela, espejismo, es entonces el retorno a una materialidad más real, natural y cercana. Un mar que lave todo: Oídos, tejidos y deje todo en un estado natural y vibrante. El oleaje como limpieza y liberación.
