La comunidad científica exigió la continuidad de las becas del Conicet
La movilización en defensa del “semillero de la ciencia” se llevó a cabo en el Polo Científico, en el marco de la primera reunión del Directorio del Consejo.
Cientos de personas se movilizaron al Polo Científico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para exigir la continuidad de las 1600 becas que otorga el Conicet. Aunque la postulación se realizó a mediados de 2023, todavía se desconocen los resultados y hay incertidumbre sobre el inicio de los proyectos que deberían arrancar en abril. Por eso, allí donde se realizó la primera reunión del nuevo Directorio del Consejo encabezado por Daniel Salamone, trabajadores del organismo pidieron que se cuide al “semillero de la ciencia” para evitar una “fuga de cerebros”. Además de la movilización, diferentes institutos científicos se pronunciaron desde sus lugares de trabajo a través de las redes sociales.
“La beca de Conicet representaba una oportunidad de seguir investigando y formándome con educación de calidad y en temas de interés como en este caso es la salud pública. No solo me preocupa la situación de muchas personas que apostaron a hacer ciencia en Argentina, sino el futuro del país en términos de desarrollo tecnológico y científico”, destaca en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes Tomás Frosio, biotecnólogo de la UNQ cuyo proyecto consiste en estudiar la biología molecular del virus Junín, responsable de la fiebre hemorrágica argentina, con el propósito de diseñar posibles fármacos.
También en conversación con la Agencia, la biotecnóloga graduada de la UNQ Constanza Confino, que también se postuló a una de las 1600 becas que otorga el Conicet, subraya: “La no publicación del orden de mérito y la amenaza con la no efectivización de las becas nos pone en una situación completamente angustiante y desesperante dado que nosotros tenemos nuestro futuro y nuestras expectativas puestas en poder obtener estas becas y realizar nuestros proyectos de investigación. Espero que no se descalifique nuestro sistema científico, que se lo mantenga en pie, que se lo financie y que todos nosotros podamos iniciar nuestros proyectos”.
El futuro en peligro
Una beca es una remuneración por el trabajo de investigación realizado, con dedicación exclusiva, en el marco de un proyecto científico. En el caso del Conicet, un comité de expertos evalúa el recorrido de cada postulante y forma un ranking. Así, los que tienen mejor puntaje acceden a esa beca. “Aunque el Estado invierte solo el 0,008 por ciento de su PBI en su financiamiento, el futuro de las becas que inician en abril es incierto y pone en peligro el futuro del sistema científico”, destacan desde la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), quienes impulsaron la convocatoria.
A su vez, advierten que “si no hay becas, es muy probable que los postulantes universitarios, formados en su mayoría por inversión de las Universidades Nacionales, se vayan con sus conocimientos a investigar a otros países donde son muy solicitados. Si esas personas altamente calificadas deciden no volver, el país habrá invertido en vano”.
“En este momento el sistema científico está esperando para ver si se otorgan las becas de iniciación. Hay gente que está esperando para ver si puede iniciar su doctorado con las becas internas doctorales y a su vez también hay gente que ya inició su doctorado, pero está esperando para los resultados de las becas de finalización o becas tipo 2. Por otro lado, hay gente que finalizó su doctorado pero necesita continuar con sus líneas de investigación y está esperando por las becas postdoctorales”, cuenta en diálogo con la Agencia Bianca Mazzitelli, quien se encuentra realizando un doctorado en medicina en el campo de la inmunología.
Asimismo, Mazzitelli agrega: “El panorama que tenemos hasta el momento es difícil porque no sabemos si vamos a poder continuar con nuestras líneas y si vamos a poder mantener nuestros trabajos. En el día a día nos vamos enterando de un montón de cosas que no son buenas, que nos preocupan y que nos tienen a la expectativa“.
Además, la movilización en el Polo Científico incluyó la acreditación efectiva de los fondos correspondientes a los proyectos de investigación que están en curso financiados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i, que se encuentra acéfala desde la asunción de Milei) y por el propio Conicet, la reincorporación inmediata del personal cesanteado, y la actualización salarial en todos los estamentos del Consejo.
La mirada de las exautoridades
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, el expresidente de la Agencia I+D+i Fernando Peirano resalta que el neoliberalismo solo ofrece a la ciencia una agenda de conflictos marcados por recortes presupuestarios, degradaciones institucionales y cuestionamientos públicos al saber científico.
“Estamos viviendo en estos primeros meses de gobierno una experiencia extrema, donde el Excel y el ajuste fiscal anticipan un brutal recorte presupuestario en tiempos de altísima inflación. La degradación institucional ya se confirma por las experiencias en la toma de decisiones del Conicet y de la Agencia, en la desaparición del Ministerio, y porque el cuestionamiento al saber científico ha sido uno de los ejes de campaña del presidente”, afirma.
Por su parte, en conversación con la Agencia, la expresidenta del Conicet Ana Franchi señala que, para que una política científica exista, se necesita que sea previsible y que continúe a lo largo del tiempo. “La situación actual de desfinanciamiento del sistema, de no aclarar cuál sería la política de ciencia y técnica de este gobierno, hace muy complicada la continuidad de los proyectos iniciados a mediano y largo plazo, e implica la pérdida de jóvenes formados en nuestras universidades formados con doctorado que no ven un futuro para ellos en la ciencia y la tecnología”.