Qué pasa con INVAP, la empresa modelo de ciencia y tecnología que el gobierno busca privatizar
Aunque es reconocida en el mundo por sus servicios de alto desarrollo y no genera pérdidas económicas, el Ejecutivo impulsa la llegada de capitales extranjeros.
INVAP, la empresa rionegrina que es reconocida en el mundo por el desarrollo de proyectos nucleares, aeroespaciales, de defensa, seguridad y sistemas médicos, abrió sus puertas a una posible privatización. Con el cambio de figura de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima Unipersonal, la modificación le permite el ingreso de capitales extranjeros de forma parcial y total. Aunque algunos especialistas explican que el actual directorio prepara un nuevo estatuto para protegerse ante la llegada de nuevos accionistas y que Río Negro mantenga el control total, otros advierten que se trata de una maniobra para poner paños fríos y allanar el camino hacia el objetivo del gobierno nacional. “Más allá de si van a entrar accionistas privados, ya hay algunas cuestiones de funcionamiento que se ven afectadas por este cambio de estatuto y este cambio de forma jurídica”, explica Adriana Serquis, quien fuera una de las directoras de la empresa hasta mediados de 2024, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Con el decreto 70/2023 (también conocido como Bases para la reconstrucción de la economía argentina) sancionado diez días después de la asunción de Javier Milei, el gobierno nacional impulsó la transformación de las sociedades o empresas con participación del Estado en Sociedades Anónimas. Con una prórroga de 180 días en julio, las empresas tienen tiempo para hacerlo hasta el 28 de diciembre de 2024.
Administrada en conjunto con la Comisión Nacional de Energía Atómica, INVAP es propiedad de la provincia de Río Negro. Sus principales actividades se centran en las áreas Nuclear, Espacial, Defensa, Seguridad y Ambiente, y Sistemas Médicos. Entre otros hitos, la empresa creada en 1976 diseñó y fabricó varios reactores de investigación y producción de radioisótopos en distintos lugares del mundo, satélites de baja órbita para la observación terrestre, satélites de comunicaciones, plantas industriales, centros de medicina nuclear y sistemas de radares para control del tránsito aéreo, para defensa y meteorológicos.
Pese a que desde el gobierno impulsan las privatizaciones porque supuestamente las empresas del Estado son deficitarias, corruptas, improductivas y llenas de gente que cobra plata sin trabajar, INVAP es todo lo contrario. En este sentido, la empresa no solo no es deficitaria, sino que, según su último estado financiero del 1 de julio de 2023 al 30 de junio de 2024, sus ventas consolidadas alcanzaron los 235.930 millones de pesos y su Patrimonio Neto Consolidado fue de 100.737 millones de pesos. Además, la Provincia no pone un solo peso e INVAP se sostiene gracias a sus negocios.
“INVAP pasó por diferentes periodos económicos cuando el gobierno nacional decidió no apostar a la tecnología propia de nuestro país y a la soberanía tecnológica. En esos momentos estuvo en riesgo porque es muy difícil sin el apoyo estatal y una política de crecimiento basada en conocimiento, con una empresa de este estilo donde se hicieron desarrollos súper importantes, ocupó nichos y también salió a competir en el mundo”, cuenta Serquis, integrante de la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología.
Según el último informe, la empresa cuenta con una dotación de 1737 empleados, de los cuales 59 por ciento son profesionales y 31 por ciento son técnicos. Además, la mayoría de sus trabajadores proviene de institutos y universidades públicas. Incluso, Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Argentina, afirmó que estuvo en INVAP y destacó el “talento humano que hay en este país”.
INVAP no genera pérdidas para el Estado nacional y provincial. Además, es fundamental para el desarrollo del país y el mundo con la fabricación de reactores, satélites, radares y equipamiento de última tecnología para tratamientos oncológicos. Como si fuera poco, produce ganancias millonarias y tiene relación estrecha con instituciones reconocidas como la NASA, el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear, la Autoridad de Energía Atómica de Egipto y la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil. A su vez, tiene oficinas en Argelia, Arabia Saudita, Australia, Bolivia, Brasil, Egipto, Estados Unidos, India, Países Bajos y Venezuela.
Sin embargo, el gobierno nacional busca por todos los medios privatizarla y entregarla a capitales extranjeros. En este sentido, Serquis, quien también fuera presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, resalta: “Ellos apuntan a destruir todo lo que suene a Estado y quieren convencer al resto de la población de que es necesario privatizar estas empresas que no son deficitarias ni corruptas. Si se llegara a concretar la privatización, Argentina perdería la posibilidad de dejar de ser un país subdesarrollado”.
Y agrega: “Ninguno de los países desarrollados que ellos admiran y ponen como ejemplo han dejado de invertir y de apoyar tanto a sus empresas como a la ciencia, la tecnología y la educación que son necesarias para que puedan funcionar. INVAP es muy exitosa y ojalá pueda sobrevivir una vez más a los vaivenes de estos gobiernos”.