Tomas universitarias: cada vez más estudiantes se involucran en el conflicto
Las acciones de protesta se multiplican en todo el país y el contexto adverso une a jóvenes sin agrupación y a distintos movimientos en defensa de la educación.
Tras la confirmación del veto en Diputados y con la amenaza de un presupuesto minúsculo para 2025, las tomas de facultades y universidades se multiplican en todo el país. Además, se realizan diferentes acciones para continuar con la visibilización del conflicto. Marchas, volanteadas, carteles, pasacalles, hashtag en redes sociales y clases públicas son algunas de las medidas que también incluyen a docentes, trabajadores administrativos y de servicios. Pese a que algunos sectores intentan sembrar incertidumbre respecto a la continuidad del cuatrimestre, las cursadas avanzan y los profesores continúan con los planes de estudio. Aunque el gobierno nacional intenta frenar la ola a través de diferentes estrategias, la idea solo parece unir a alumnos, agrupaciones y sectores que piensan diferente, pero tienen un mismo objetivo: defender la universidad pública y el derecho a la educación.
Por ejemplo, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (UNM), el lunes se realizó una asamblea y se definió realizar una toma de 24 horas junto a medidas complementarias como las clases públicas. “Esta tarde se realizará una nueva asamblea para definir la continuidad de la toma, donde vamos a proponer que se haga una declaración convocando a estudiantes y activistas de otras facultades para coordinar y profundizar acciones, imponer las reivindicaciones de todos los claustros y una huelga general que derrote al gobierno”, cuenta Cristian, estudiante de la licenciatura en Antropología Social de la UNM, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
En el centro del país, la situación es similar y se realizan asambleas simultáneas en varias facultades de la Universidad Nacional de Córdoba. Además de las tomas por 24 o 48 horas que ya se llevaron adelante, hay otras que todavía se sostienen y no tienen un plazo de finalización. “En este momento están tomadas Filosofía, Artes, Psicología, Arquitectura y Diseño. La definición que se hace de cada asamblea es la necesidad de ocupar los pabellones”, detalla Fabrizio, alumno de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, en conversación con la Agencia.
Según los últimos cálculos, se estima que hay alrededor de 100 facultades y universidades públicas con acciones de protesta alrededor del país. A pesar que el presidente sostuvo en una de sus últimas entrevistas que la educación superior no arancelada “no está en discusión”, cada vez son más los estudiantes que toman partido en esta batalla por la universidad pública y el derecho a la educación.
Defender la causa noble
Por fuera de las agrupaciones, los partidos y los centros, más estudiantes participan de forma activa en las tomas, las asambleas y las distintas estrategias que se llevan adelante. A su vez, empiezan a converger en la lucha los movimientos universitarios que piensan distinto.
“Por un lado, está bueno ver cómo comparten espacio diferentes agrupaciones; es algo que nunca había visto. Por otro lado, me parece que se está empezando a gestar una especie de voto castigo, de cara a las elecciones del año que viene, contra los dirigentes que no están actuando como sus votantes esperan ser representados”, cuenta Lourdes, estudiante de la licenciatura y el profesorado en Ciencias Sociales de la UNQ, en diálogo con la Agencia.
En este sentido, el estudiante de la Universidad Nacional de Córdoba agrega: “A las asambleas se suman muchos independientes que no tienen necesariamente una organización partidaria, pero sí tienen una vía política muy grande. Su participación está presente y está creciendo constantemente, al menos en este periodo donde estamos en un momento muy álgido de la lucha”.
Incluso, hay alumnos que participan de las medidas y que en su momento apoyaron con el voto al gobierno actual. Sin embargo, las promesas incumplidas, los ataques y el peligro de restringir el acceso a la educación superior los motivó a sumarse a estas acciones.
“Los estudiantes, al igual que el conjunto de trabajadores, están terminando su experiencia con Milei. Ellos votaron a este gobierno y depositaron su confianza, pero los salarios no se recuperan, las jubilaciones menos y, en el caso de la universidad, los alumnos no pueden sostener las condiciones de estudio y empiezan a quitarle apoyo a Milei”, detalla el estudiante de Antropología social de la UNM.