Un ejemplo de universidad inclusiva, de calidad y abierta al mundo
En diálogo con la Agencia, Alfredo Alfonso, el rector de la Universidad Nacional de Quilmes elabora un balance de su gestión. Logros, desafíos y la construcción de una identidad única.
Entrevistado por la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, el rector Alfredo Alfonso elabora un balance de lo realizado en su gestión durante el último año. Así, destaca la relación con distintas universidades del mundo, la producción y transferencia tecnológica y el fomento de instancias de formación más inclusivas, tanto para la comunidad como para el afuera. “La institución nació hace 34 años y desde hace 20 se empezó a forjar esta identidad. Durante las gestiones siempre se hicieron cosas buenas y los que siguieron lo mantuvieron y avanzaron sin romper lo anterior. Como resultado, tenemos una comunidad armoniosa que siempre tiene la voluntad de solucionar los problemas que se presentan”, describe y deja al descubierto la fórmula: continuidad para lo que está bien y voluntad de corregir lo que está mal.
-¿Cuáles son los logros a destacar de su gestión en 2023?
-Ocupamos un lugar de referencia muy importante. La Agencia de Noticias Científicas es un ejemplo de eso ya que el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y su titular Daniel Filmus valora la acción de lo que se hace allí. También, participo como miembro titular la Comisión de Asuntos Académicos y la Comisión de Acreditación del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), así como también soy miembro en la Comisión de Asuntos Académicos del Consejo de Universidades (CU). Estos son espacios donde se deciden cosas importantes que transforman la universidad argentina y nosotros somos protagonistas de estos procesos.
-¿A qué procesos se refiere?
-Algo que se terminó coronando de manera reciente pero que lleva dos años de trabajo fue la aprobación del nuevo Reglamento de Educación a Distancia, de un Sistema de Créditos para todo el sistema universitario, la creación de Sistemas de Aseguramiento de la Calidad, y nuevos estándares para la acreditación de carreras de posgrado. Se trata de propuestas que permiten redefinir el currículum universitario atendiendo los desafíos de la sociedad actual. También, hay que mencionar los vínculos que establecimos con organizaciones privadas.
-¿Cómo cuáles?
-Como el caso de SF500, una entidad de Santa Fe que promueve desarrollos de base tecnológica y a la cual le presentamos muchos proyectos. También tenemos un fuerte desarrollo con el polo tecnológico del municipio de Berazategui en el que tendremos un espacio importante para crear y potenciar empresas de base tecnológica.
-¿Y Quilmes Tec?
-Allí participa la ayuda industrial y nos interesa impulsar la transferencia y asistencia tecnológica a empresas, pymes y micropymes de la región. Nos importa el vínculo con la radicación de empresas informáticas y el fortalecimiento de espacios donde se haga una ecología de relaciones de intereses en común. Sabemos que el intercambio de ideas y el diálogo potencian el conocimiento y el surgimiento de nuevas cosas.
-Allí funciona la Escuela de Educación Profesional Universitaria. ¿Para quiénes está dirigida?
-Exacto. Creamos y entregamos títulos de carreras de base tecnológica, como automatización, robótica, servicios informáticos, para estudiantes que no tienen formación o no tienen el título de secundario aprobado. Es decir, son jóvenes de la región que logran consolidar o tener su primer trabajo, pero con otra calidad. Lo que hacemos es reconocer trayectos formativos. Por ejemplo, rompemos con la lógica de que un estudiante que pasó seis años en una universidad pero no se recibió, no recibe nada a cambio. Durante todo ese tiempo, ese alumno o alumna recibió conocimiento y se debe reconocer.
-¿Eso implica títulos o diplomas intermedios?
-Sí, certificaciones, de hecho, también estamos explorando las microcertificaciones. Es decir, aquel estudiante que ya hizo cuatro o cinco materias debería tener algo que certifique que ya tiene ese conocimiento aprobado. Eso va a permitir que pueda llevarlo a su lugar de trabajo para mejorar las condiciones laborales.
-Se trata de ampliar el acceso, de consolidar un modelo más inclusivo.
-En esa línea hay que contar que tenemos nuestra primera experiencia formal de educación en cárceles y dictamos formación en unidades para personas privadas de su libertad. Asimismo, organizamos jornadas sobre cuestiones que son sensibles a la sociedad, como es la problemática narco en la región. A su vez, estamos trabajando en “Hablar claro”, un proyecto de comunicación para las sentencias.
-¿Cómo es eso?
-El modo de habla judicial tiene su propio código y queda ajeno al resto. Entonces, lo que sucede es que la gente no sabe si está siendo condenada o no. La idea es acercar esa jerga a las personas. Por otra parte, la UNQ fue seleccionada en el marco de la Ley Micaela para formar con perspectiva de género a cada empleado del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Conicet y del Colegio de Magistrados. Además, destaco dos diplomas extraordinarios que lanzamos. Por un lado, el de formación en Dirección de Gestión de Empresas Públicas y, por el otro, el de Ministerio Público, sistema adversarial y política criminal.
-Por otro lado, un fenómeno que se vio muy presente durante 2023 es la apertura de la UNQ al mundo…
-Sí, de manera reciente nos visitó el representante de las universidades africanas y luego la vicerrectora María Alejandra Zini viajó a Namibia. También, consolidamos las relaciones con Red de Editores de Revistas de Extensión Universitaria de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo, que involucra a todas las universidades públicas de América del Sur. Lo mismo sucedió con la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, de la que también participan las privadas. Además, tenemos presencia en la Red Universitaria para el Cuidado de la Casa Común con las que viajamos al Vaticano a dialogar con el Papa Francisco. Asimismo, establecimos relaciones con varias universidades de China, con el Tecnológico de Monterrey y con la Universidad de la Frontera en Chile con la que definimos sacar en conjunto una colección de libros. En ese sentido, también sacamos la primera colección con CLACSO vinculada a la desinformación y fake news.
Poner el hombro, la camiseta y el corazón
-Nombra muchos proyectos, ¿cómo se mantiene eso?
-La UNQ nació hace 34 años y desde hace veinte empezó a forjar una identidad. Durante las gestiones siempre se hicieron cosas buenas y los que le sucedían mantuvieron eso y avanzaron sin romper lo anterior. Debido a eso, tenemos una comunidad armoniosa que siempre tiene la voluntad de solucionar los problemas que se presentan y mantener todo lo que ya estaba construido. A su vez, cada unidad académica desarrolla su estrategia y trabaja de una manera tremenda, como es el área de cultura y de posgrado.
-Se trata de abrazar a la Universidad.
-Es poner el hombro, poner la camiseta y el corazón por un proyecto que es la universidad pública. Lo mismo hacen nuestros estudiantes y graduados en el extranjero; ellos llevan la identidad UNQ como bandera, son nuestros embajadores y siempre que llegan oportunidades ponen en primer lugar a esta institución. Nuestra materia prima para la construcción es el conocimiento, así nos abrimos al mundo y es muy agradable.